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Trump y Biden entran en último tramo de la campaña con más casos de COVID-19


Más de 59,1 millones de estadounidenses ya han votado presencialmente o por correo, un ritmo que de mantenerse podría llevar a la participación más alta en más de un siglo, según datos del U.S. Elections Project de la Universidad de Florida. [Reuters]
Más de 59,1 millones de estadounidenses ya han votado presencialmente o por correo, un ritmo que de mantenerse podría llevar a la participación más alta en más de un siglo, según datos del U.S. Elections Project de la Universidad de Florida. [Reuters]

Más de 59,1 millones de estadounidenses ya han votado presencialmente o por correo, un ritmo que de mantenerse podría llevar a la participación más alta en más de un siglo, según datos del U.S. Elections Project de la Universidad de Florida.

La campaña presidencial para ocupar la Casa Blanca en los próximos cuatro años entra en su última semana previo a las elecciones del 3 de noviembre, donde se definirá si el presidente Donald Trump consigue su reelección o si será reemplazado por su rival demócrata, Joe Biden.

El aumento en los casos de coronavirus y el brote detectado en el equipo del vicepresidente Mike Pence ha ocupado la atención de la campaña en las últimas horas. Más de 8,5 millones de personas, incluido el presidente Trump, han sido infectadas con COVID-19 en Estados Unidos, y alrededor de 225.000 de ellas han muerto a causa de la enfermedad.

Trump aseguró que había progresado en la lucha contra la enfermedad, incluso pese a que Estados Unidos registró un nuevo máximo en el número de infecciones diarias en los últimos días. Pence, por su lado, siguió adelante con la campaña electoral el domingo, cuando se supo que varios de sus asistentes habían dado positivo al COVID-19.

Consultado por periodistas el sábado en el aeropuerto de Columbus, Ohio, acerca del aumento de los casos de coronavirus Trump dijo: “Usas la palabra 'caso' porque estás tratando de asustar a la gente. No asustes a la gente. No asustes a la gente".

Biden acusó al presidente de rendirse ante la pandemia, la cual ha provocado ya la muerte de unas 225.000 personas en Estados Unidos. Trump "no está haciendo nada", dijo recientemente Biden en un acto de campaña el sábado.

Cuando faltan ocho días para los comicios, más de 59,1 millones de estadounidenses ya han votado presencialmente o por correo, un ritmo que de mantenerse podría llevar a la participación más alta en más de un siglo, según datos del U.S. Elections Project de la Universidad de Florida.

La agenda del lunes

El lunes, Trump se dirigirá a Pensilvania, donde tiene previsto acudir a mítines en Allentown, Lititz y Martinsburg. Pensilvania es uno de los estados pendulares en el que han puesto especial interés ambos candidatos. El presidente viajará también a Michigan y Wisconsin, así como a Nebraska, Arizona y Nevada.

Se prevé que Biden se quede el lunes en su estado natal, Delaware. Está previsto que viaje a Georgia el martes, con paradas en Atlanta y en Warm Springs, una ciudad con una población de unos 400 habitantes donde murió en 1945 el presidente demócrata Franklin D. Roosevelt.

La carrera por este estado sureño, que acabó optando por Trump en 2016 por un margen de unos 5 puntos porcentuales y que no ha dado su respaldo a un candidato presidencial demócrata desde 1992, refleja el esfuerzo de Biden por expandir el alcance de su partido mientras las encuestas muestran que se puede volver a producir una reñida contienda en el estado.

A pesar de la sólida ventaja de Biden en las encuestas de opinión a nivel nacional, la carrera presidencial en los estados pendulares o bisagra como Florida y Pensilvania podrían acabar decidiendo el resultado final.

El coronavirus al acecho

En los dos últimos días Estados Unidos ha registrado el mayor número de nuevos contagios de COVID-19, lo que ha profundizado las diferencias entre ambos candidatos sobre cómo afrontar la crisis.

La campaña de Biden sigue exhortando a que se cumplan los lineamientos de los expertos, como el uso de las mascarillas y mantener el distanciamiento social.

Trump por su lado insistió el domingo en un mitin en Nuevo Hampshire en que "no hay ninguna nación en el mundo que se haya recuperado como nosotros”. Muchos de sus partidarios en el evento no llevaban mascarillas.

El jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, dijo incluso el domingo que el gobierno estadounidense "no iba a controlar la pandemia", y que en su lugar se estaban centrando en las vacunas y la terapéutica.

Biden, que ha criticado la gestión de Trump ante el virus a lo largo de la campaña, calificó los comentarios de Meadows como una aceptación de que "han renunciado a su deber básico de proteger al pueblo americano".

Pese al brote de coronavirus en su equipo, el vicepresidente Pence estará en Minnesota el lunes.

El brote entre el personal del vicepresidente se suma a otros casos de COVID-19 en la Casa Blanca, entre ellos los de Trump, la primera dama Melania Trump, su hijo Barron y numerosos asistentes y colaboradores.

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