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España e Italia piden ayuda contra el coronavirus


En el centro a la izquierda, la hija y el esposo de una anciana fallecida por COVID-19, de pie mientras enterradores colocan el ataúd en su tumba en el cementerio de La Almudena en Madrid, España, el sábado 28 de marzo de 2020.
En el centro a la izquierda, la hija y el esposo de una anciana fallecida por COVID-19, de pie mientras enterradores colocan el ataúd en su tumba en el cementerio de La Almudena en Madrid, España, el sábado 28 de marzo de 2020.

España e Italia reclamaron más ayuda europea en la lucha contra el coronavirus, la peor crisis para la región desde la Segunda Guerra Mundial.

En todo el mundo, los médicos tomaban duras decisiones sobre qué pacientes salvar con los respiradores limitados de los que disponían.

La cifra global de muertos confirmados superó los 31.000. Solo España e Italia suponían más de la mitad de la cifra global de muertos y aún registraban más de 800 muertes al día cada una.

Sin embargo, los expertos señalaron que la cifra de fallecidos en todo el mundo estaba muy por debajo de la real debido al número de pruebas realizadas y a decisiones políticas sobre qué muertes se contabilizaban.

Francia sigue sin incluir las muertes en residencias de ancianos o en viviendas particulares en su conteo de víctimas del virus, a pesar de que se sabe que las residencias son focos de infección en todo el mundo.

"Europa debe demostrar que puede responder a esta llamada histórica", dijo el sábado por la noche el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte.

La crisis "afecta a todos los sistemas económicos y sociales de los estados miembros", señaló. "Pelearé hasta la última gota de sudor, hasta el último gramo de energía, para conseguir una fuerte, vigorosa y cohesiva respuesta europea".

En Italia se acumulaban los ataúdes pese a las tres semanas de estricto confinamiento, y los entierros se celebraban con apenas un familiar.

El gobierno de España anunció que endurecería el domingo las medidas de aislamiento al prohibir la actividad económica no esencial, tras alcanzar otro récord de 838 muertos en un día. Casi 6.500 personas han muerto ya en el país, según el conteo oficial.

El responsable de emergencias y alertas sanitarias en España, Fernando Simón, expresó su esperanza de que el brote se estuviera estabilizando y cerca de tocar techo en algunas zonas.

Pero la crisis está golpeando la economía global y poniendo una onerosa carga sobre los sistemas nacionales de salud.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, pidió una respuesta más enérgica de la Unión Europea.

España, Italia, Francia y otros seis estados miembros de la UE han pedido que el bloque de 27 países comparta la carga de deuda emitiendo lo que los medios han apodado como "coronabonos", para ayudar a combatir el virus. Pero la idea ha encontrado resistencias de otros miembros, liderados por Alemania y Holanda.

Las infecciones en todo el mundo superaron las 680.000 personas, con más de 31.000 muertes entre los nuevos casos, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins.

Estados Unidos era el país con más enfermos con 120.000 casos confirmados. Otros cinco países tenían cifras de muertos más altas: Italia, España, China, Irán y Francia. Italia sumaba más de 10.000 muertes, más que ningún otro país.

Egipto cerró sus playas mientras los casos en Oriente Medio superaban los 50.000. Polonia consideraba aplazar sus elecciones presidenciales del 10 de mayo, mientras que el primer ministro de Rusia, Mikhail Mishustin, ordenó el cierre de sus fronteras desde el lunes.

Vietnam recortó los vuelos internos y cerró restaurantes y otros negocios durante dos semanas a partir del sábado. Las reuniones de más de 20 personas quedaron prohibidas y el gobierno instó a las empresas a permitir que los empleados trabajaran desde casa si era posible.

En la mayoría de la gente, el nuevo virus causa síntomas o moderados como fiebre y tos que desaparecen en dos o tres semanas. Pero puede matar o causar complicaciones graves como neumonía a algunas personas, especialmente ancianos y pacientes con problemas médicos previos.

Más de 145.000 personas se han recuperado ya, según la Universidad Johns Hopkins.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que derrotar al virus tomaría "semanas y semanas y semanas".

Las autoridades de salud de todo el mundo han instado a la gente a mantener una distancia social de 2 metros (6 pies) de otras personas para detener la expansión del virus, pero un nuevo reporte del Massachusetts Institute of Technology indicó que eso podría ser insuficiente.

El reporte señaló que una tos o estornudo de una persona infectada podía expulsar gotas microscópicas con el virus a una distancia de 7-8 metros (de 23 a 27 pies) y esas gotas pueden permanecer horas suspendidas en el aire. Los expertos dijeron que querían advertir al público sobre la "distancia, margen temporal y persistencia que pueden recorrer esta nube y su carga patógena".

El papa Francisco pidió el domingo un cese del fuego en todos los conflictos en todo el mundo "para centrarse juntos en la verdadera lucha de nuestras vidas". También instó a las autoridades a cuidar especialmente a las personas en hogares de ancianos, cuarteles y cárceles.

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