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Autoridades sanitarias de EE.UU. revocan uso de emergencia de la hidroxicloroquina


La universidad de Minnesota es una de las numerosas instituciones estadounidenses que trabaja en encontrar una cura para el nuevo coronavirus.
La universidad de Minnesota es una de las numerosas instituciones estadounidenses que trabaja en encontrar una cura para el nuevo coronavirus.

La hidroxicloroquina se alzó como una de las grandes esperanzas frente al nuevo coronavirus. Sin embargo, los expertos nunca alcanzaron un consenso sobre su utilidad real frente a la COVID-19. Finalmente, hasta EE.UU. parece reconocer que no sirve para combatir la pandemia.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) revocó este lunes la licencia para uso de emergencia en Estados Unidos de la hidroxicloroquina, un fármaco empleado generalmente para tratar la malaria que se había venido prescribiendo para combatir también la COVID-19.

La agencia federal pone así fin a la licencia temporal que aprobó el pasado 28 de marzo, cuando Estados Unidos se enfrentaba a los primeros impactos de la pandemia, lo que llevó a la Casa Blanca a abogar por el uso de este medicamento.

La FDA basa su decisión de "revocar" la licencia en el hecho de que nuevos informes, "incluidos los resultados de algunos estudios clínicos decisivos", indican que la hidroxicloroquina "pude no ser efectiva para tratar la COVID-19" y que los "beneficios potenciales" de este fármaco frente al nuevo coronavirus "no compensan sus riesgos conocidos y potenciales", informó la agencia mediante un comunicado.

La hidroxicloroquina ha estado en el centro de diversas controversias debido a la falta de consenso sobre su posible utilidad a la hora de prevenir el contagio de la COVID-19.

En un principio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó su uso, debido a la falta de pruebas que sustentaran su posible utilidad frente al nuevo coronavirus y a los graves efectos secundarios que su consumo puede acarrear, como problemas cardíacos. Sin embargo, más adelante, el organismo respaldó la realización de estudios para evaluar su posible utilidad durante la pandemia.

Por su parte, el Gobierno estadounidense, con el presidente Donald Trump a la cabeza, fue de los primeros en recomendar su consumo por parte de la población e incluso llegó a adquirir 29 millones de dosis para su uso por parte de la población. Hace ahora dos semanas, Washington anunció el envío de dos millones de estas píldoras a Brasil para ayudar al país a combatir la pandemia.

Finalmente, a finales de marzo, la FDA aprobó su uso con carácter de emergencia. El propio Trump desvelaría, pocas semanas después, que tras haberlo consultado con el médico de la Casa Blanca, el doctor Jerome Adams, había comenzado a tomar hidroxicloroquina de forma preventiva.

Horas después de conocerse la noticia, el secretario del Departamento de Salud, Alex Azar, subrayó que los profesionales podrán seguir prescribiendo este fármaco "para cualquier propósito".

"Si un doctor desea prescribirlo, al tratar a un paciente, lo puede prescribir para cualquier propósito que desee", declaró Azar durante un acto en el que también estaba presente Trump.


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