El vicepresidente de Colombia Óscar Naranjo lamentó este jueves la muerte de un séptimo campesino tras la masacre hasta el momento, atribuida a la policía colombiana durante una protesta de civiles contra la erradicación de cultivos ilícitos en el municipio de Tumaco del departamento de Nariño.
“Lamento la muerte de uno de los heridos de estos hechos. Él estaba en un centro médico en (la ciudad de) Pasto, luego de ser herido y esta sería la séptima víctima”, dijo Naranjo a periodistas.
Más tarde, el alcalde de Tumaco, Julio Rivera, precisó a la prensa que el campesino falleció en la madrugada debido a las heridas.
El presidente Juan Manuel Santos tenía previsto llegar a Tumaco el jueves pero a última hora debió cancelar el viaje por motivos de agenda y se espera que en los próximos días esté en esa ciudad del suroccidente del país.
El martes, y a pedido del propio mandatario y el ministro de la Defensa, Luis Carlos Villegas, se ordenó el relevo de 102 policías que cubrían la zona para “que los pobladores de Tumaco tengan de nuevo confianza en sus policías”, señaló Villegas.
El jueves llegó el nuevo comandante de la policía para esta región, coronel José Palomino, quien fue acusado previamente por presuntamente haber incurrido en el delito de tráfico de influencias al haber desautorizado el procedimiento de unos patrulleros cuando decidieron detener al capitán Jorge Lasso, quien entonces condujo bajo los efectos del alcohol.
El viernes pasado el gobierno informó que seis personas habían muerto y más de veinte habían resultado heridas en un altercado en esa localidad. Las autoridades responsabilizaron a disidentes de la ex guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), sin embargo, dirigentes comunales argumentaron a la Defensoría del Pueblo de Colombia que la policía les había disparado. Según los campesinos, los policías les dispararon de manera “indiscriminada” mientras protestaban contra la erradicación manual de los cultivos de hoja de coca.
Debido a la situación Santos ordenó que Naranjo se desplazara a Tumaco.
Los testigos, citados por la Defensoría, dijeron que en el momento de los hechos “no hubo intervención de grupos armados ilegales” ni tampoco se registró el lanzamiento o activación de cilindros-bomba, al contrario de lo que habían alegado las autoridades.
Los pobladores de Tumaco también descartaron la participación del ejército en los hechos violentos y resaltaron el apoyo brindado por los militares en los primeros auxilios y la evacuación de los heridos, agregó el escrito.
Entre tanto, la Vicefiscal General de Colombia María Paulina Riveros dijo el miércoles en una conferencia de prensa, que la investigación sobre los hechos estaba en curso.
"La fiscalía tiene en cadena de custodia, las armas que habían sido asignadas a la policía y que luego fueron recuperadas en el lugar de los hechos, previo el cotejo correspondiente encontrado en el cuerpo de las víctimas", precisó Riveros.
En noviembre de 2016, el gobierno de Santos y las FARC llegaron a un acuerdo de paz luego de más de cuatro años de negociaciones. El Ministerio de la Defensa ha señalado que unos 400 miembros de la ex guerrilla no se habrían adherido al pacto y continúan llevando a cabo acciones violentas.
La vicefiscal colombiana, quien se encuentra en Tumaco, no descartó que la investigación arroje sus primeros resultados la próxima semana. En el proceso para aclarar este incidente participan unos 70 investigadores enviados desde diferentes partes del país entre patólogos, médicos y otros profesionales.
Con información de AP
