La administración Trump eliminó las reglas de la era de Obama sobre protección federal de las vías fluviales contra la contaminación, una medida que los ambientalistas dicen que denunciarán en los tribunales.
Eliminar la Ley de Aguas de los Estados Unidos de 2015 "pone fin a una toma de poder atroz, al mosaico continuo de regulaciones de agua limpia y restaura un marco regulatorio familiar", dijo el jueves el jefe de la Agencia de Protección Ambiental, (EPA) Andrew Wheeler.
El funcionario agregó que la decisión es resultado de una de las "promesas clave" del presidente Donald Trump.
Wheeler hizo su anuncio en la sede de Washington de la Asociación Nacional de Fabricantes, cuyos miembros han estado presionando contra las regulaciones de agua limpia.
Las normas protegían humedales y corrientes de la contaminación por pesticidas, desechos mineros y fertilizantes en el marco de la histórica Ley de Agua Limpia de 1972.
Opositores a las reglas de la administración de Obama argumentaban que las regulaciones creaban confusión y que representaban una apropiación federal de la propiedad privada. Agricultores y otros se quejaban de que la ley también se aplicaba a pequeños estanques que no fluyen a ningún lado, sin saber si podrían trabajar su tierra sin violar la ley federal.
Wheeler sostiene que la EPA ahora redefinirá qué vías fluviales están sujetas a la regulación federal.
Grupos ambientalistas dicen que llevarán la EPA a los tribunales, y el jueves agregaron que eliminar la regla de 2015 significa agua potable no segura, un mayor riesgo de inundaciones cuando se destruyen los humedales y menos hábitat de vida silvestre.
Betsy Southerland, una de las principales autoridades de la EPA durante los años de Obama, calificó la derogación de "una victoria para los promotores de tierras, perforadores de petróleo y gas y mineros".
