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Rusia está enviando más petróleo a China por la ruta del Ártico


Un buque cisterna se observa en el complejo de Sheskharis, en Novorossiysk, Rusia, el 11 de octubre de 2022.
Un buque cisterna se observa en el complejo de Sheskharis, en Novorossiysk, Rusia, el 11 de octubre de 2022.

Rusia está evadiendo las sanciones internacionales por la guerra de Ucrania con envíos de petróleo a China por la vía del Ártico.

Estados Unidos está observando de cerca un reciente aumento de los envíos de petróleo crudo ruso a puertos chinos a través de la Ruta del mar del Norte, una señal de una mayor cooperación entre Beijing y Moscú en la región ártica mientras Rusia enfrenta sanciones occidentales paralizantes por su invasión de Ucrania.

“Nadie busca conflictos allá arriba. Observaremos esto lo más de cerca que podamos”, dijo el martes John Kirby, coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional, en respuesta a la pregunta de la Voz de América durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.

Este año ha habido aproximadamente una docena de envíos de petróleo ruso utilizando buques rusos a China a través de esa ruta, que sigue la costa rusa desde el mar de Barents hasta el estrecho de Bering.

En años anteriores no hubo entregas de petróleo a través del Ártico a China, excepto un viaje de prueba a finales de 2022, según datos del Centro de Logística del Alto Norte de la Universidad Nord.

Como las sanciones económicas occidentales reducen la demanda de petróleo crudo ruso y China está dispuesta a comprarlo, Moscú está abriendo su puerta al Ártico a Beijing, dijo Malte Humpert, fundador del Instituto Ártico.

"Los recursos que antes fluían hacia Europa ahora se han desviado hacia Asia, especialmente China", dijo a la VOA.

Es una elección pragmática para Moscú. El envío a través de la ruta del Mar del Norte es un 30 % más rápido que la ruta tradicional a través del Canal de Suez y cada vez más fácil de atravesar, ya que el cambio climático significa menos hielo para navegar.

El aumento del tráfico conlleva un mayor riesgo ambiental, particularmente porque Moscú anunció que comenzará a utilizar buques cisterna que no son rompehielos (barcos con cascos que no están reforzados contra el hielo) para transportar petróleo a través del Ártico.

"Si hubiera un derrame en el Ártico oriental de Rusia, el agua circula hacia Estados Unidos", dijo a la VOA Rebecca Pincus, directora del Instituto Polar del Centro Wilson. "El petróleo flotará a través de las fronteras internacionales y es una situación muy alarmante".

En comparación con los promedios de 2022, las importaciones de petróleo de China desde Rusia aumentaron un 23 %, a 400.000 barriles por día este año.

Kirby instó a Beijing a respetar el precio máximo de 60 dólares por barril sobre el petróleo ruso impuesto por los aliados occidentales tras la invasión rusa. Sin embargo, los datos comerciales muestran que el petróleo crudo ruso se vende actualmente a aproximadamente 80 dólares por barril, lo que llevó a la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, a reconocer la semana pasada que la eficacia del límite de precios puede estar disminuyendo.

Lazos China-Rusia

A medida que las empresas energéticas occidentales, incluidas Shell y British Petroleum, se retiraron de Rusia tras la invasión a Ucrania del año pasado, Moscú depende cada vez más de Beijing como fuente de financiación para proyectos energéticos, como la terminal de GNL de Yamal y otros planes de infraestructura para desarrollar la región del Ártico.

Para China, que no tiene costa ártica pero que en 2018 se declaró una potencia “casi ártica”, invertir en proyectos rusos podría allanar el camino para su objetivo de ampliar su papel en el Ártico, aumentar el acceso a rutas marítimas y recursos naturales y reforzar su influencia geopolítica.

Hasta ahora, las ambiciones de China se han visto frustradas por Moscú, cuyo litoral representa el 53 % de la costa del Océano Ártico y que protege su papel dominante en la región polar. Sin embargo, ante el aislamiento económico causado por su invasión, los días de resistencia de Rusia pueden estar llegando a su fin.

"Estamos observando si Moscú está tan desesperado como para estar dispuesto a cumplir con las demandas y los términos chinos", dijo Pincus.

Kirby desestimó las preocupaciones sobre una creciente alianza estratégica entre Moscú y Beijing, diciendo que la cooperación entre los dos en el Ártico ha sido en gran medida "económica y científica".

Añadió que la administración Biden no pretende frenar el poder de Rusia en su propio territorio. "Queremos ver una región ártica próspera, libre y abierta de la que todas las naciones que bordean el Ártico puedan beneficiarse".

Ocho países limitan con el Ártico: Estados Unidos, Rusia, Canadá, Dinamarca (a través de Groenlandia), Islandia, Noruega, Suecia y Finlandia. Todos pertenecen al Consejo Ártico, un foro de cooperación para abordar desafíos comunes como el cambio climático, las rutas marítimas y los derechos de los pueblos indígenas.

El consejo suspendió sus actividades con Moscú poco después de su invasión a Ucrania. Morten Høglund, presidente de Altos Funcionarios del Ártico, dijo a la VOA que el grupo llegó a un consenso en agosto de que deseaban reiniciar los grupos de trabajo, el primer paso para reanudar la cooperación.

[Con la colaboración de Anita Hill, VOA]

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