Los comentarios de Ronaldo al diario Folha de Sao Paulo sobre los preparativos de Brasil para la Copa Mundial de fútbol han sido las críticas más duras formuladas hasta ahora sobre el evento.
El exariete brasileño señaló que poco se ha cumplido de lo prometido a la gente de Brasil sobre las preparaciones de la Copa Mundial, que se inaugura en menos de dos semanas.
Ronaldo, miembro del comité organizador local, dijo que ha estado siguiendo todo muy de cerca y espera que el evento salga bien, incluso a última hora, pero dijo que ha quedado "horrorizado".
"Es una vergüenza", señaló. "Me siento consternado, hay indiferencia hacia la población. Creo que se careció de planificación seria para todo lo que han entregado. Y tuvimos tiempo, siete años".
Brasil ha gastado unos $11 mil y medio millones de dólares para la Copa Mundial, de los cuales $4 mil millones los ha dedicado a doce estadios, nuevos o renovados, cuatro de los cuales se espera que sean elefantes blancos.
Pero a menos de dos semanas de la Copa Mundial, varios de los estadios están incompletos, con trabajadores luchando para finalizar el trabajo interior o exterior, incluso carreteras y áreas de acceso.
El derroche de gastos ha sido criticado severamente en el país y por la comunidad internacional. Muchos han cuestionando las prioridades de una nación como Brasil con escuelas y hospitales en malas condiciones, y con problemas económicos y de corrupción política.
El exariete brasileño señaló que poco se ha cumplido de lo prometido a la gente de Brasil sobre las preparaciones de la Copa Mundial, que se inaugura en menos de dos semanas.
Ronaldo, miembro del comité organizador local, dijo que ha estado siguiendo todo muy de cerca y espera que el evento salga bien, incluso a última hora, pero dijo que ha quedado "horrorizado".
"Es una vergüenza", señaló. "Me siento consternado, hay indiferencia hacia la población. Creo que se careció de planificación seria para todo lo que han entregado. Y tuvimos tiempo, siete años".
Brasil ha gastado unos $11 mil y medio millones de dólares para la Copa Mundial, de los cuales $4 mil millones los ha dedicado a doce estadios, nuevos o renovados, cuatro de los cuales se espera que sean elefantes blancos.
Pero a menos de dos semanas de la Copa Mundial, varios de los estadios están incompletos, con trabajadores luchando para finalizar el trabajo interior o exterior, incluso carreteras y áreas de acceso.
El derroche de gastos ha sido criticado severamente en el país y por la comunidad internacional. Muchos han cuestionando las prioridades de una nación como Brasil con escuelas y hospitales en malas condiciones, y con problemas económicos y de corrupción política.
