México sufre la mayor oleada de violencia relacionada al narcotráfico desde que Felipe Calderón asumió como presidente en 2006.
En menos de una semana, 200 personas fueron asesinadas, incluyendo a cinco policías que fueron secuestrados y asesinados en el área metropolitana de Monterrey, al norte del país, informó la agencia AFP.
El presidente Calderón atribuyó la ola de violencia a los golpes del gobierno contra el narcotráfico.
"Hemos propinado golpes importantes a todos los cárteles sin excepción”, dijo el mandatario en un mensaje televisado.
“Esto ha generado división entre las bandas criminales, por esa razón, pero sobre todo, por sus tradicionales rivalidades y las guerras entre ellos se han generado ejecuciones violentas".
La guerra al narcotráfico es uno de los ejes del gobierno de Calderón. Desde que asumió el gobierno, más de 50.000 militares fueron desplegados pero la violencia no ha cesado.
De hecho, desde el 2006 han muerto más de 23.000 personas en relación al narcotráfico.