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Nueve gobernadores de EEUU piden acción sobre la reforma migratoria


ARCHIVO — Migrantes caminan por Villa Comaltitlán, estado de Chiapas, sur de México, el 27 de diciembre de 2023, rumbo a la frontera con Estados Unidos. Algunos líderes estatales dicen que no pueden hacer frente al volumen de inmigrantes.
ARCHIVO — Migrantes caminan por Villa Comaltitlán, estado de Chiapas, sur de México, el 27 de diciembre de 2023, rumbo a la frontera con Estados Unidos. Algunos líderes estatales dicen que no pueden hacer frente al volumen de inmigrantes.

Gobernadores demócratas de nueve estados exigen que Biden y el Congreso que asuman "un compromiso serio" para mejorar un sistema nacional de inmigración que está "obsoleto y no está preparado para responder" a un reciente aumento de migrantes a través de la frontera sur.

Mientras el Congreso de Estados Unidos trata de acordar un paquete de medidas de reforma migratoria, los gobernadores demócratas de nueve estados han sumado sus voces de llamado a la acción.

En una carta dirigida al presidente Joe Biden y a los líderes republicanos y demócratas del Congreso, los gobernadores dijeron que se necesita una acción decisiva para apoyar a los estados que cada vez enfrentan más dificultades para hacer frente al volumen de inmigrantes que han estado recibiendo en los últimos meses.

La carta exige que los líderes asuman "un compromiso serio" para mejorar un sistema nacional de inmigración que está "obsoleto y no está preparado para responder" a un reciente aumento de migrantes a través de la frontera sur.

La lista de gobernadores que piden ayuda incluye a los líderes de Arizona, California y Nuevo México, tres estados de la frontera sur. Su carta se hace eco de las quejas de los líderes de Texas, liderado por los republicanos, que tiene una frontera más larga con México que el resto de los estados fronterizos juntos, y ha estado exigiendo una mayor asistencia federal durante años.

Sin embargo, varios de los gobernadores que firmaron la carta son de estados alejados de la frontera sur, incluidos Colorado, Illinois, Massachusetts, Maryland, Nueva Jersey y Nueva York, lo que indica que el estrés del aumento de los niveles de inmigración se está sintiendo en todo el país.

Récord de llegadas

Un número récord de migrantes ha intentado cruzar la frontera en los últimos meses, con hasta 300.000 haciendo el viaje sólo en diciembre. De los que cruzan, la inmensa mayoría lo hacen fuera de los puntos de entrada designados, con la esperanza de entrar en el país sin ser detectados o de solicitar asilo inmediatamente después de la detención.

Debido a que la ley estadounidense permite que se evalúe la elegibilidad de las personas que presentan solicitudes de asilo antes de ser devueltas, muchos miles de estos migrantes son liberados en el país bajo "libertad condicional", a veces con instrucciones de presentarse a las audiencias de la corte de inmigración programadas años después.

Esto obliga a los migrantes a buscar comida y refugio en comunidades de todo Estados Unidos. Mientras muchos permanecen cerca de la frontera, miles se dispersan hacia el interior del país, a menudo con la ayuda de líderes republicanos que han comenzado a fletar autobuses y aviones para llevar a los migrantes sin hogar a ciudades en estados considerados bastiones demócratas.

Crisis humanitaria

En su carta, los gobernadores dijeron que el alcance del problema actual debe ser enfrentado con una respuesta federal concertada.

"La llegada sostenida de personas que buscan asilo y requieren refugio y asistencia, debido a la falta de acción del Congreso sobre infraestructura y políticas, solo puede abordarse con el apoyo y la financiación de organizaciones federales para satisfacer las necesidades humanitarias y de seguridad pública de nuestras comunidades locales", escribieron.

"Los estados y las ciudades no pueden responder indefinidamente a la presión subsiguiente sobre los recursos estatales y locales sin la acción del Congreso", dijeron. "Las comunidades a lo largo de la frontera sur, así como los estados y ciudades del interior de todo el país, carecen de la vasta infraestructura coordinada necesaria para responder a las preocupaciones humanitarias y de seguridad pública de quienes buscan ingresar legalmente a los Estados Unidos".

Nueva York en el punto de mira

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, tomó la iniciativa en la organización de la carta. Su estado, y la ciudad de Nueva York en particular, ha sido el destino objetivo de miles de migrantes y ha estado luchando cada vez más con la carga.

El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, ha instituido en los últimos meses normas que limitan el tiempo y el lugar en el que los autobuses que transportan migrantes pueden descargar a sus pasajeros, con el fin de organizar servicios de apoyo y evitar que los migrantes se queden varados sin recursos en pleno invierno.

Mario Russell, director ejecutivo del Centro de Estudios Migratorios, un grupo de expertos con sede en Nueva York, dijo a la Voz de América que el Estado ha experimentando el recibimiento de un "número significativo e impactante de migrantes y solicitantes de asilo que llegan a sus comunidades, a la ciudad de Nueva York y a todo el Estado, por lo que esto es algo a lo que el gobernador, obviamente, tiene que responder".

Russell, quien ha trabajado en política de inmigración durante 25 años, dijo que las personas que actualmente llegan a la ciudad suelen tener los mismos recursos limitados que los refugiados de desastres naturales o guerras.

Cuando llegan, "están siendo colocados en un sistema que es viejo, frágil, degradado y con pocos recursos", dijo.

Problema global

En Estados Unidos, la migración a través de la frontera sur ha sido históricamente impulsada por personas en México y Centroamérica que buscan oportunidades en el norte.

Sin embargo, en su carta, los gobernadores señalan que el actual aumento de la migración es un fenómeno global impulsado no solo por la pobreza y la represión en las Américas, sino por eventos a miles de kilómetros de distancia, incluida la guerra en Ucrania, los conflictos en África y la agitación en el Medio Oriente.

En un estudio reciente, el Instituto de Política Migratoria confirmó que los contornos básicos de la migración a Estados Unidos han cambiado en los últimos años.

"El aumento de los niveles de migración espontánea se ha convertido en una nueva norma en todo el hemisferio occidental, lo que refleja el creciente desplazamiento alimentado por la inestabilidad política, la violencia, la lenta recuperación económica posterior a la COVID-19, los abusos de los derechos humanos, la pobreza y los eventos climáticos", según el informe.

Estrés sin precedentes

"Debido al aumento sin precedentes de los flujos de refugiados a nivel mundial, estamos en un punto más alto de migración forzada, según lo medido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, como nunca antes habíamos visto en la historia de los flujos de refugiados registrados", dijo a la VOA Greg Chen, director senior de relaciones gubernamentales de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración. "Más de 100 millones de personas están actualmente desplazadas".

Chen continuó: "Lo que eso significa es que el Congreso y la administración deben garantizar urgentemente que haya un proceso más ordenado y eficiente para administrar la frontera, y también un sistema que pueda revisar de manera rápida y justa las solicitudes de los migrantes para obtener protección cuando llegan a la frontera.

"Para aquellos que son elegibles para el asilo, se les debe dar protección para poder permanecer aquí, rápidamente. Y para aquellos que no son elegibles para la protección, debe haber un proceso que sea seguro y humano, que los devuelva a su país de origen", dijo.

El progreso del Congreso en cuestión

En el Congreso, lo que está en juego en el debate sobre la reforma migratoria es extremadamente alto porque los republicanos han insistido en que los paquetes de ayuda por valor de decenas de miles de millones de dólares para Ucrania e Israel no avanzarán sin avances en la frontera.

Parece haber un esfuerzo bipartidista en marcha en el Senado para elaborar un proyecto de ley de inmigración de amplio alcance que proporcionaría nuevos recursos para ayudar a los funcionarios federales a hacer frente a la afluencia de migrantes. Los informes indican que los demócratas también están dispuestos a aceptar un proyecto de ley que facilita al gobierno la deportación de personas que no tienen solicitudes de asilo válidas.

Si bien los senadores republicanos de alto rango han instado a sus compañeros de partido a apoyar el esfuerzo, no está claro si un proyecto de ley que sea aprobado por el Senado sobreviviría a la Cámara de Representantes, en ese ente legislativo, una pequeña pero poderosa minoría de legisladores republicanos se opone a la financiación adicional para Ucrania y han indicado que no quieren darle a Biden una "victoria" al aprobar una legislación de reforma migratoria durante un año de elecciones presidenciales.

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