La Casa Blanca expresó nuevamente su preocupación por la crisis generada por la llegada a Estados Unidos de niños procedentes de América Central, sin acompañantes adultos.
El portavoz presidencial Josh Earnest insistió en que continuarán las gestiones diplomáticas.
“Aunque los números han mejorado -y eso es algo que ciertamente nos complace- este es un problema que acapara nuestra atención porque la situación ha sido muy volátil. Sin mucho aviso y en varias ocasiones esas cifras se han disparado”, advirtió Earnest.
Antes de marcharse a sus vacaciones, el Congreso no logró aprobar los fondos solicitados por el presidente Barack Obama para aliviar la crisis en la frontera.
“Vamos a continuar nuestras gestiones diplomáticas trabajando con los países de origen de estos individuos que se han desplazado a la frontera suroccidental estadounidense para asegurarnos de que entiendan los peligros que representa hacer este viaje”, aseguró el portavoz presidencial.
Incluso cuando los congresistas retornen a sus funciones, no hay demasiadas expectativas de que el tema migratorio vuelva a la mesa, ya que la atención de los próximos meses estará dedicada a las elecciones de mitad de período.
