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La NASA y la Marina estadounidense preparan a los astronautas para su misión a la Luna


El astronauta de la Agencia Espacial Canadiense Jeremy Hansen (izq.) y los astronautas de la NASA Victor Glover, Christina Koch y Reid Wiseman asisten a una conferencia de prensa sobre la cápsula de prueba del Orion, en San Diego, California, el 28 de febrero de 2024.
El astronauta de la Agencia Espacial Canadiense Jeremy Hansen (izq.) y los astronautas de la NASA Victor Glover, Christina Koch y Reid Wiseman asisten a una conferencia de prensa sobre la cápsula de prueba del Orion, en San Diego, California, el 28 de febrero de 2024.

Tropas de la Marina de EEUU y miembros de la NASA trabajan en el apoyo a los cuatro astronautas que aspiran a viajar a la Luna.

El USS San Diego es un buque de guerra diseñado para transportar tropas y equipo a zonas de combate, algo para lo que la tripulación entrena habitualmente desde su base en San Diego, California, en la costa del Océano Pacífico.

Pero una mirada más cercana a los distintivos y colores de algunos de los uniformes que se ven a bordo últimamente dan pistas de que una de sus misiones actuales tiene objetivos lo más alejados posible de un campo de batalla.

"Esta es una oportunidad única, pero está dentro del ámbito de lo que hacemos día tras día", dice el teniente Jackson Cotney, piloto de helicóptero de la Marina de EEUU, adscrito al buque de asalto USS San Diego que hace operaciones de entrenamiento de búsqueda y rescate en apoyo al Artemis de la NASA, en sus misiones tripuladas a la Luna.

Durante recientes maniobras en el Océano Pacífico, Cotney y cientos de marineros trabajaron con la tripulación Artemis II de cuatro miembros de la NASA para prepararse para una parte importantísima de la compleja operación: el regreso seguro y la recuperación de la cápsula Orion y su tripulación, una vez que complete su reingreso a la tierra a través de la atmósfera.

La cápsula de prueba del módulo de tripulación Orion descansa en la cubierta del pozo a bordo del USS San Diego, en la Base Naval de San Diego luego de la Prueba de Recuperación en Marcha 11, en California, el 28 de febrero de 2024.
La cápsula de prueba del módulo de tripulación Orion descansa en la cubierta del pozo a bordo del USS San Diego, en la Base Naval de San Diego luego de la Prueba de Recuperación en Marcha 11, en California, el 28 de febrero de 2024.

“Esta es la undécima prueba de recuperación en marcha”, pero la primera con astronautas participando en el entrenamiento, explica el capitán David Walton, comandante del USS San Diego. “Una vez que la tripulación regresa, su salud y bienestar son nuestra principal preocupación. Sacarlos de la cápsula y brindarles tratamiento médico rápidamente es lo que buscamos, y luego recuperar el equipo para futuros vuelos de regreso a la Luna o más lejos”.

Cotney ya es un veterano de Artemis. Pilotó uno de los helicópteros que monitoreaban Orion, la cápsula no tripulada que amarizó en el Océano Pacífico al final de la misión Artemis I de 25 días en 2022, la cual orbitó la luna y viajó más lejos en el espacio que cualquier nave diseñada para transportar humanos.

"Fuimos la primera plataforma a 10.000 pies en ver que la cápsula estaba intacta cuando apareció en el horizonte", dijo a la Voz de América durante una entrevista reciente a bordo del San Diego. “Es muy emocionante verla descender del cielo. Esta misión en sí es nueva para mí, pero no para la aviación naval. Los aviadores navales y la comunidad de helicópteros navales han estado rescatando astronautas, recogiéndolos del agua desde los primeros días del Apolo”, que data de la década de 1960.

Aunque la NASA ha retrasado el lanzamiento de una misión tripulada para orbitar la Luna hasta 2025 como fecha inicial aproximada, ya han sido seleccionados cuatro astronautas para el primer viaje de este tipo en más de 50 años.

"Esta campaña de la misión Artemis no se trata solo de regresar a la Luna y regresar de manera responsable y sostenible, se trata de aprovechar lo que aprendimos allí y explorar aún más profundamente y responder algunas de esas preguntas fundamentales que todos tenemos sobre nosotros mismos", dice Christina Koch, que podría hacer historia como la primera mujer en orbitar la luna. “¿Qué significa ser humano? ¿Estamos solos en el universo? ¿Cómo llegamos aquí?”

En una conferencia de prensa al concluir su sesión a bordo del San Diego, Koch dijo que el entrenamiento no los está preparando sólo para un camino que ha sido ya forjado por los astronautas desde hace cinco décadas. Esto, aseveró, les está ayudando a competir en una nueva “carrera espacial”, en la que Estados Unidos no es el único país con aspiraciones más allá de la órbita terrestre.

“La pregunta realmente no es por qué vamos; es si vamos a liderar o vamos a seguir. Al ver a este equipo trabajar en conjunto e innovar para encontrar una solución única para sacar a cuatro personas del Océano Pacífico, la respuesta para mí fue muy clara: vamos a liderar”, explica.

"El espacio volvió a estar fresco", dice el teniente Derek Pelletier, quien, junto con la mayor parte de la tripulación del San Diego, no estaba nacido todavía la última vez que el humano llegó a la luna. Pero saben que su papel en este entrenamiento es un pequeño paso en el mayor salto de la NASA en el programa Artemis que no se detiene en la superficie lunar.

“El siguiente paso será a Marte y más allá, por lo que saber que desempeñamos un papel en el regreso de la humanidad a la luna y a la frontera espacial será fantástico para nosotros, por eso la importancia que experimentamos como tripulación es genial”, afirma.

Los astronautas de la NASA Koch, Reid Wiseman y Victor Glover, y el canadiense Jeremy Hansen podrían orbitar la Luna ya en septiembre de 2025. El regreso de los astronautas al servicio lunar está previsto para la siguiente misión, Artemis III, que la NASA planea lanzar en 2026.

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