Un estudiante estadounidense y otras tres personas vinculadas a Estados Unidos ya sea por ciudadanía o residencia permanente, perdieron sus apelaciones contra sentencias de 10 años de prisión que están cumpliendo por presunto espionaje, dijeron autoridades iraníes el domingo.
El estudiante de Princeton Xiyue Wang fue encarcelado el verano pasado mientras realizaba una investigación para una disertación en Irán. Posteriormente fue declarado culpable de “colaborar con gobiernos extranjeros” y enviado a prisión. El fiscal de Irán confirmó el domingo que su apelación había sido rechazada.
Wang nació en China pero es ciudadano estadounidense, inscripto en un programa de doctorado en la Universidad Princeton. Un sitio web asociado con el poder judicial iraní dijo que Wang “recolectó mucha información clasificada” durante el curso de su trabajo académico en Irán.
Princeton, la esposa de Wang y autoridades estadounidenses han negado que él estuviera involucrado en actividades impropias y el Departamento de Estado ha pedido reiteradas veces su liberación.
La oficina de la fiscalía de Teherán, que anunció el fracaso de la apelación de Wang, también dijo el domingo que las apelaciones de otros tres prisioneros hombres con vínculos con Estados Unidos con cargos similares habían sido rechazadas: el empresario iraní-estadounidense Siamak Namazi y su anciano padre, Baquer, quien se dice está en mal estado de salud en la notoria prisión Evin en Teherán, y Nizar Zakka, un ciudadano libanés que tiene residencia permanente en Estados Unidos, quienes fueron acusados de trabajar para el gobierno de Estados Unidos.
Poco después que Wang fue sentenciado en julio, el presidente Donald Trump dio que si Irán no libera a los estadounidenses detenidos “estaba preparado para imponer nuevas y serias consecuencias”.
Un número no precisado de iraníes portadores de pasaportes europeos también estarían en custodia en Irán, entre ellos ciudadanos británicos, austriacos y franceses.
