El secretario de Justicia de Estados Unidos, William Barr, concedió una protección adicional al fiscal que designó para investigar los orígenes de la llamada ‘Trama Rusa’, John Durham, al otorgarle autoridad de fiscal especial para así completar su trabajo sin que pueda ser cesado con facilidad.
Barr dijo el martes a la agencia AP que designó a Durham como fiscal especial en octubre bajo la misma condición federal que amparó al fiscal especial Robert Muller en la investigación original de los presuntos lazos entre la campaña del presidente Donald Trump y Rusia en 2016.
El funcionario explicó que la investigación de Durham se ha reducido a la conducta de los agentes del FBI que trabajaron en el caso ruso, conocido como 'Crossfire Hurricane' (Huracán de fuego cruzado).
Bajo las regulaciones federales, los fiscales especiales solo pueden ser despedidos por el secretario de Justicia y por razones específicas como conducta impropia, incumplimiento del deber o conflicto de intereses, y las razones deben documentarse por escrito.
"Decidí que lo mejor sería designarlos bajo las mismas regulaciones que ampararon a Bob Muller, para ofrecer a Durham y su equipo garantías para que puedan completar su trabajo independiente del resultado de la elección”, dijo Barr, en relación a los comicios presidenciales del pasado 3 de noviembre.
El equipo de transición del proyectado presidente, Joe Biden, no había hecho comentarios sobre la designación.
La investigación actual, de índole criminal, comenzó siendo muy amplia, pero desde entonces se “ha reducido considerablemente” y ahora “está enfocada realmente en las actividades de la investigación 'Crossfire Hurricane' dentro del FBI”, dijo Barr.
Agregó que él espera que Durham detalle si es posible presentar cargos adicionales y que se divulgue al público un reporte final.
En una orden del 19 de octubre obtenida por AP, Barr dijo que Durham está autorizado “a investigar hasta qué punto algún funcionario o empleado federal, o cualquier otra persona o entidad violó la ley en conexión con la inteligencia, la contrainteligencia o actividades de cumplimiento de la ley” dirigidas a las campañas presidenciales de 2016, a cualquier asociado con las campañas o a la administración Trump.
Un funcionario de alto rango del Departamento de Justicia dijo a AP que parte de la investigación se refiere específicamente al personal del FBI que trabajó en el caso de Rusia antes de la designación de Muller en mayo de 2017, un área crítica tanto para Durham como para el inspector general del Departamento de Justicia, que identificó una serie de errores y omisiones en las aplicaciones de monitoreo a un exasociado de la campaña de Trump.
El foco en el FBI, en lugar de la CIA y la comunidad de inteligencia, sugiere que Durham no tendrá que ocuparse de algunas de las denuncias más candentes que los partidarios de Trump esperaban que arrojaran denuncias de conducta impropia o incluso delitos relacionados con la forma en que las agencias de inteligencia llegaron a la conclusión de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016.
