El alcalde de Nueva York pidió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que despliegue personal militar en su ciudad, que según él es la primera línea en la guerra del país contra el coronavirus.
"La gran ironía [es] que el destino de la ciudad de Nueva York está en manos de un hombre y él es un neoyorquino, y en este momento está traicionando a la ciudad de la que proviene, somos la primera línea", enfureció el alcalde Bill DeBlasio dijo en una conferencia de prensa el jueves por la noche. "¿Cómo demonios está sentado el presidente sin hacer nada y sin activar las fuerzas que podrían ayudarnos?".
Trump acordó el miércoles desplegar un barco hospitalario naval de 1,000 camas en la ciudad, pero no llegará hasta el próximo mes. Se espera que trate los casos que no son de coronavirus, en un esfuerzo por aliviar parte de la carga sobre los hospitales de la ciudad a medida que se vuelven más abrumados con los casos de virus.
El estado de Nueva York y la ciudad lideran la nación en el número de casos confirmados de coronavirus. En total, hay más de 7,500 casos en todo el estado.
Para ponerlo en contexto, el lunes hubo 950 casos registrados en todo el estado.De Blasio dijo que la ciudad ahora tiene 3.615 casos y 22 personas han muerto. Es un aumento de más del doble del total del miércoles, que fue de 1,339 casos. Las muertes en la ciudad se han duplicado de la noche a la mañana de 11 a 22. Casi 170 personas están en unidades de cuidados intensivos.
Los números de infección de Nueva York han aumentado rápidamente a medida que las pruebas están cada vez más disponibles.
De Blasio advirtió que en unas pocas semanas la situación se volvería "extraordinariamente difícil" sin la ayuda del gobierno federal.
"Pero a medida que lleguemos a abril, cuanto más nos adentremos en abril, más necesitaremos la ayuda del gobierno federal: debe llegar a tiempo", dijo. "Pero si el gobierno federal no hace todo lo que está a su alcance de inmediato, es tan simple como esto: habrá muchas más personas que se enferman que no necesitan enfermarse, y habrá personas que mueran, que no necesitaba morir", dijo.
El martes, el alcalde hizo un llamamiento a los trabajadores de la salud retirados para que regresen y ayuden en la crisis. Dijo que en las últimas 48 horas, más de 1,700 profesionales respondieron su llamada.
De Blasio también instó al gobierno federal a usar sus poderes de la Ley de Producción de Defensa para exigir a las fábricas estadounidenses que incrementen la producción de suministros médicos críticos. Dijo que la ciudad tiene reservas para mantener hospitales solo por otras 2-3 semanas.
En la lista de suministros críticos: 3 millones de máscaras N95, 50 millones de máscaras quirúrgicas, 15,000 ventiladores y 25 millones de batas quirúrgicas, overoles, guantes de látex y máscaras faciales.
"Desinformación y miedo"
Más temprano el jueves, el gobernador del estado, Andrew Cuomo, dijo que la información errónea y el miedo relacionados con el virus están complicando la situación.
"Ahora tenemos información errónea, miedo y pánico que es tan contagioso o más contagioso que el virus ", dijo Cuomo a periodistas en la capital del estado, Albany. "Tenemos que tratar con los dos".
Dijo que una comunicación clara y consistente de los medios de comunicación, profesionales de la salud.y los funcionarios electos son necesarios ya que los esfuerzos continúan disminuyendo y deteniendo la propagación del virus respiratorio potencialmente mortal.
El gobernador también anunció que está endureciendo una restricción establecida el miércoles.destinada a disminuir la densidad de personas fuera de sus hogares.
En lugar de que al 50% de la fuerza laboral de las empresas se les permita estar en el sitio, Cuomo dijo que está reduciendo eso al 25%. Hay excepciones para los servicios esenciales, incluidos los comestibles.tiendas, farmacias y navieras.
Mientras miles de personas temen por sus trabajos, Cuomo anunció medidas para absorber parte del impacto social de la pérdida de ingresos.
En todo el estado de Nueva York habrá un alivio hipotecario de 90 días para las personas que han sido impactadas por el virus y no pueden cumplir con sus pagos. Los bancos no confiscarán viviendas, y no se cobrarán cargos por tarjetas de crédito y en cajeros automáticos.
