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Incertidumbre y división frente a la Casa Blanca


Vista de las afueras de la Casa Blanca en el día de las elecciones en Estados Unidos.
Vista de las afueras de la Casa Blanca en el día de las elecciones en Estados Unidos.

En los alrededores de la Casa Blanca, estadounidenses con visiones enfrentadas sobre el rumbo que debería tomar el país se preparan para obtener los resultados de las elecciones.

Las calles aledañas a la Casa Blanca fueron el epicentro de decenas de personas que se reunieron para mostrar su apoyo tanto al presidente Donald Trump, como al exvicepresidente y candidato demócrata Joe Biden durante la jornada electoral en Estados Unidos.

La seguridad alrededor de la residencia presidencial y el parque Lafayette —accesible al público hasta mediados de año, cuando estallaron protestas nacionales contra la violencia policial—, fue reforzada el lunes en la noche con vallas adicionales.

El metal negro que se alza entre la calle y la Casa Blanca, ha sido cubierto a los largo de los meses con pancartas, dibujos y mensajes que, en su mayoría, expresan opiniones contra del gobierno del presidente Donald Turmp, quien se jugaba este martes su reelección frente al candidato demócrata, Joe Biden.

Manuel Gutiérrez, un ciudadano estadounidense de origen mexicano, apoya al presidente republicano y piensa que, aunque el movimiento de protestas contra la violencia policial surgió de un “acto terrible” —la muerte del afroesadounidense George Floyd, "en realidad", generó más violencia.

“En realidad quien generó y sembró violencia fueron esos movimientos”, dijo el hombre de 40 años. Para él, los medios de comunicación no muestran lo que se viven en las calles, donde “si no piensas lo mismo que ellos, te insultan”.

Gutiérrez apoya una reelección del presidente Trump porque considera será beneficiosa para la economía estadounidenses. “En los hechos y los números, independientemente de su estilo personal de comunicar, ha sido más positivo que negativo”, aseguró.

A su lado, un grupo de hombres con carteles amarillos en forma de cruz y las palabras “Jesús salva” cantaban, mientras varias mujeres, con pancartas en contra del presidente, trataban de colocarse frente a ellos.

Nagari Arby, de 20 años, dijo haber estado en la mayoría de las protestas que abarratoran las calles de Washington D.C. este verano, en rechazo del racismo bajo el slogan “Black Lives Matter” (Las Vidas Negras Importan).

El joven, nativo de la capital, dijo esperar una victoria de Biden, porque significaría más oportunidades para los afroestadounidenses como él. “Siento que él representa aquello por lo que estamos luchando ahora”, contó Arby a la Voz de América.

Para Joella, una organizadora del movimiento Black Lives Matter, es indiferente quién ocupe el Despacho Oval el 20 de enero, cuando el próximo presidente tome posesión. “Realmente no me importa porque, como persona negra, sé que mi cuerpo va a estar bajo ataque, sin importar quién esté en ese puesto”, manifestó la joven a la VOA.

El movimiento civil Black Lives Matter ha sido atacado constantemente por el gobierno del presidente Donald Trump, quien ha llegado a calificar este eslogan como “un símbolo de odio”. Desde que el movimiento social surgió, el mandatario criticó duramente la violencia registrada durante algunas de las protestas que reclamaban justicia racial y que ocuparon las calles de todos los estados del país.

Su rival político, el candidato demócrata Joe Biden, también ha sido enfático en rechazar los actos violentos. Y aunque apoya la protestas pacíficas, siempre ha expresado que la violencia y los saqueos que se vieron en algunas ciudades “no son la manera” adecuada de manifestarse.

Vestido con un atuendo de camuflaje militar, Ioan Capota, otro de los manifestantes que esperaba los resultados de las elecciones cerca de la Casa Blanca, aseguró a la Voz de América que para él Jesús es “la respuesta” a los problemas de EE.UU.

“Hay muchas personas aquí que necesitan oír sobre Jesús; todos los que no profesen a Jesús como el señor de sus vidas, están en camino al infierno”, dijo el manifestante nativo de Florida.

El hombre, quién llegó el lunes a la capital procedente del estado del sureste estadounidense, sostiene que el aborto es el principal problema que aqueja al país. En sus palabras, aseguró que permitir el procedimiento es como aceptar que “El asesinato es legal”, y agregó que frente al controversial tema, el presidente Trump ha defendido “la vida” en sus cuatro años de mandato.

“Biden es pro-aborto (…) si el asesinato está bien para él, ¿qué viene después?”, sentenció. La plataforma de Joe Biden defiende el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, un derecho que algunos creen que está en peligro debido a la mayoría conservadora que ahora controla la Corte Suprema.

El candidato demócrata ha sido tachado de “socialista” y “comunista” por el president Donald Trump y el partido Republicano. Para Jace, originario de Mississippi y quien se define a sí mismo como “anti-capitalista”, estos calificativos no podrían alejarse más de la verdad.

“Creo que son puras mentiras. Si el fuera [socialista], yo me sentiría muy feliz sobre Joe Biden, pero nada de lo que él dice es muy socialista”, explicó el joven de 26 años a la VOA.

Biden no se define a sí mismo como socialista y ha rechazado tajantemente la etiqueta diciendo que él “derrotó” al candidato socialista en su partido, Bernie Sanders, en las primarias.

Para Jace, su país está atravesando por un momento oscuro: “Estoy atemorizado por el futuro de EE.UU. Siento que el sistema estadounidense está colapsando en este momento”.

El microcosmos concentrado en estos electores, reflejó las profundas divisiones que han caracterizado la histórica campaña electoral que terminó este martes 3 de noviembre, pero que aún falta mucho para que se defina.

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