Funcionarios estadounidenses enfrentaron una tarea poco usual: despachar un cargamento de 18 cabezas humanas a su destino final.
Las cabezas iban con destino a un crematorio, pero fueron incautadas por inspectores en un aeropuerto de Chicago, Illinois.
Las cabezas, cada una etiquetada con un nombre y la causa de su muerte, fueron confiscadas antes de Navidad por autoridades de aduana en el aeropuerto O'Hare, tras ser enviadas desde un centro de investigación científica en Roma.
Los especímenes de anatomía utilizados para investigación estaban preservados, envueltos, rotulados y sellados en tres contenedores para su ubicación final.
En este momento se está resolviendo la documentación, que no estaba clara, para que puedan seguir hasta su destino final, el servicio de cremación del área de Chicago.
Las cabezas iban con destino a un crematorio, pero fueron incautadas por inspectores en un aeropuerto de Chicago, Illinois.
Las cabezas, cada una etiquetada con un nombre y la causa de su muerte, fueron confiscadas antes de Navidad por autoridades de aduana en el aeropuerto O'Hare, tras ser enviadas desde un centro de investigación científica en Roma.
Los especímenes de anatomía utilizados para investigación estaban preservados, envueltos, rotulados y sellados en tres contenedores para su ubicación final.
En este momento se está resolviendo la documentación, que no estaba clara, para que puedan seguir hasta su destino final, el servicio de cremación del área de Chicago.
