El Banco Central de China recortó este lunes una tasa de interés clave, en un intento para contrarrestar la desaceleración de su crecimiento económico después de la pandemia de COVID-19.
La tasa preferencial de préstamos a un año, que sirve como punto de referencia para los préstamos corporativos, al 3,45 % desde el 3,55 %, dijo el Banco Popular de China en un comunicado, mientras que el LPR a cinco años, que se utiliza para fijar el precio de las hipotecas, se mantuvo en 4,2 %.
Seguidos de cerca por los mercados, los dos tipos se encuentran ahora en mínimos históricos, tras anteriores reducciones en junio.
La decisión tiene como objetivo alentar a los bancos comerciales a otorgar más préstamos a tasas más ventajosas.
Las medidas, que contrastan con el aumento de las tasas de interés en todo el mundo mientras otras economías importantes trabajan para frenar la inflación, apoyarán indirectamente la actividad económica a medida que decaiga el crecimiento de China.
La esperada recuperación post-COVID tras el levantamiento de las restricciones sanitarias a finales de 2022 se ha quedado sin fuelle en los últimos meses.
Para revitalizar la economía, el banco central redujo la tasa de su facilidad de préstamo a mediano plazo a las instituciones financieras el martes pasado.
Y los reguladores financieros coincidieron el viernes en la necesidad de "apoyo financiero", mientras se evitan "riesgos y peligros ocultos", informaron medios estatales.
Los mercados bursátiles no parecieron impresionados con el movimiento. Hong Kong cayó un 1,4 % y Shanghái un 0,60 %.
La decisión del banco central se produce cuando la crisis que enfrenta el gigante inmobiliario Country Garden, que durante mucho tiempo se consideró financieramente sólido y ahora muy endeudado, genera temores de una bancarrota que podría tener consecuencias nefastas para el sistema financiero nacional.
Los problemas de Country Garden se están acumulando apenas dos años después de la implosión de su competidor, Evergrande.
Además de los problemas inmobiliarios, el crecimiento también se ve obstaculizado por un consumo lento en medio de la incertidumbre en el mercado laboral y una desaceleración económica mundial.
Los acontecimientos negativos están pesando sobre la demanda de productos chinos, reduciendo la actividad de miles de fábricas.
China suspendió el martes pasado la publicación mensual de sus cifras detalladas de desempleo juvenil, tras un máximo histórico del 21,3 % en junio, según datos oficiales.
En China, la tasa de desempleo se calcula solo para las áreas urbanas y, por lo tanto, proporciona solo una imagen parcial de la situación.
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