Tras una cuarta noche de protestas, 24 personas fueron detenidas la madrugada de este miércoles en Anaheim, California, quienes protestaban por la muerte de Manuel Díaz y de otro hombre en medio de tiroteos con la policía durante el fin de semana.
Alrededor de 500 manifestantes y 250 policías estuvieron envueltos en las confrontaciones, que duraron alrededor de siete horas y terminaron a las dos de la mañana de este miércoles.
El sargento Bob Dunn dijo que la manifestación comenzó de manera pacífica, pero que luego grupos de personas comenzaron a lanzar piedras a la policía, prendieron fuego a los botes de basura y lanzaron bombas molotov a un auto policial.
La fuerza pública los enfrentó con bombas de gas pimienta y lanzó bolsas de granos, usadas para desarmar a las personas sin que la munición penetre sus cuerpos. Cuatro de los detenidos eran menores de edad. Un policía, dos reporteros y algunos manifestantes resultaron lesionados, pero nadie fue hospitalizado, según afirmó Dunn.
Las protestas en Anaheim comenzaron el sábado, día en que Manuel Díaz, de 24 años y de origen hispano, murió producto de los disparos de la policía. Su fallecimiento está siendo investigado por la fiscalía de distrito del condado de Orange y dos agentes fueron suspendidos, entre ellos el que mató a Díaz. La policía, sin embargo, ha asegurado que el joven hispano era un conocido pandillero.
El domingo otra persona murió en medio de tiroteos con la policía de Anaheim. Esa noche, agentes especialistas en pandillas identificaron a un pandillero en un vehículo robado y comenzó una breve persecución, según han informado las autoridades. Tres personas bajaron del automóvil y una de ellas disparó uno de los agentes que los perseguía. Éste respondió con tiros, provocándole la muerte al agresor.
La madre de Manuel Díaz, Genevieve Huizar, y su familia pusieron una demanda en la corte federal, exigiendo 50 millones de dólares por la muerte del joven. La mujer además ha pedido a los residentes de Anaheim que no continúe la violencia. “Esto es un error y necesita detenerse por ambos lados”, aseguró Huizar en un comunicado.
Alrededor de 500 manifestantes y 250 policías estuvieron envueltos en las confrontaciones, que duraron alrededor de siete horas y terminaron a las dos de la mañana de este miércoles.
El sargento Bob Dunn dijo que la manifestación comenzó de manera pacífica, pero que luego grupos de personas comenzaron a lanzar piedras a la policía, prendieron fuego a los botes de basura y lanzaron bombas molotov a un auto policial.
La fuerza pública los enfrentó con bombas de gas pimienta y lanzó bolsas de granos, usadas para desarmar a las personas sin que la munición penetre sus cuerpos. Cuatro de los detenidos eran menores de edad. Un policía, dos reporteros y algunos manifestantes resultaron lesionados, pero nadie fue hospitalizado, según afirmó Dunn.
Las protestas en Anaheim comenzaron el sábado, día en que Manuel Díaz, de 24 años y de origen hispano, murió producto de los disparos de la policía. Su fallecimiento está siendo investigado por la fiscalía de distrito del condado de Orange y dos agentes fueron suspendidos, entre ellos el que mató a Díaz. La policía, sin embargo, ha asegurado que el joven hispano era un conocido pandillero.
El domingo otra persona murió en medio de tiroteos con la policía de Anaheim. Esa noche, agentes especialistas en pandillas identificaron a un pandillero en un vehículo robado y comenzó una breve persecución, según han informado las autoridades. Tres personas bajaron del automóvil y una de ellas disparó uno de los agentes que los perseguía. Éste respondió con tiros, provocándole la muerte al agresor.
La madre de Manuel Díaz, Genevieve Huizar, y su familia pusieron una demanda en la corte federal, exigiendo 50 millones de dólares por la muerte del joven. La mujer además ha pedido a los residentes de Anaheim que no continúe la violencia. “Esto es un error y necesita detenerse por ambos lados”, aseguró Huizar en un comunicado.
