La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, salió el martes por última vez del palacio presidencial Alborada, seis días después de ser destituida de su cargo.
Unos 100 simpatizantes la acompañaron y le lanzaron pétalos rojos y amarillos cuando se bajó de su auto a saludarlos.
La expresidenta abordó luego un avión de la fuerza aérea para volar hacia Porto Alegre, su ciudad natal, donde también la esperaba una multitud.
Rousseff fue destituida el miércoles por el senado brasileño, acusada de violar leyes de responsabilidad fiscal en su manejo del presupuesto federal.
Se espera que el presidente interino, Michel Temer, llegue a vivir al Palacio Alborada en los días venideros hasta completar su mandato a fines de 2018.
