La segunda ciudad más grande de Ucrania, Járkiv, enfrentó un mayor bombardeo de Rusia el martes, mientras que una columna de fuerzas rusas se desplazaba a lo largo de una carretera al norte de la capital ucraniana de Kiev en el sexto día de la invasión.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania compartió un video de un ataque en el edificio de la Administración Estatal Regional de Járkiv, en el centro de la ciudad, que se convirtió en una enorme bola de fuego y humo cuando pasaron varios autos.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, describió el ataque con misiles de Rusia en la plaza principal de Járkiv el martes como "terror franco y no disimulado", así como un crimen de guerra. "Nadie perdonará. Nadie olvidará. Esto es terrorismo de Estado por parte de la Federación Rusa".
El ataque mató al menos a seis personas e hirió a otras 20, según las autoridades.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo el martes que el bombardeo ruso de la infraestructura civil que tuvo lugar el lunes en Járkiv “viola las leyes de la guerra”.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, desestimó las acusaciones de crímenes de guerra y dijo a los periodistas que "las tropas rusas no realizan ningún ataque contra la infraestructura civil y las áreas residenciales", a pesar de la evidencia de ataques del Kremlin contra hogares, escuelas y hospitales, que los reporteros de The Associated Press han documentado.
Más tarde el martes, el parlamento de Ucrania informó que un misil ruso golpeó la torre de televisión en Kiev. Los medios locales informaron que el ataque provocó varias explosiones y los canales ucranianos dejaron de transmitir poco después.
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