Boeing reportó el miércoles una pérdida de casi 3.000 millones de dólares en el segundo trimestre, en momentos en que el mayor fabricante mundial de aviones se ve enfrentado a la inactividad prolongada de su aeronave 737 MAX, lo que ha generado una baja de 1% en sus acciones en las operaciones previas a la apertura de mercado.
La compañía estadounidense no pudo entregar ninguno de sus 737 MAX desde que la aeronave quedó inactiva en todo el mundo en marzo, luego de dos accidentes fatales en Etiopía e Indonesia en los que murieron 346 personas en un lapso de cinco meses.
Boeing reveló la semana pasada un cargo de 4.900 millones de dólares que incluye las compensaciones que la compañía tendrá que pagar a las aerolíneas por los retrasos en sus entregas.
La empresa, con sede en Chicago, se ha embarcado en una campaña para restaurar la fe en su avión más popular y se ha comprometido a eliminar los riesgos al reprogramar el software que fue señalado en ambos accidentes. Además, enfrenta presión para convencer a operadores de MAX y reguladores globales de que la aeronave es segura.
La compañía informó que emitirá una nueva guía de ganancias para el 2019 en un futuro, ya que sus actuales previsiones, que fueron suspendidas en abril después de los dos accidentes, no reflejan los cargos recientes.
La pérdida neta de Boeing para el trimestre finalizado el 30 de junio llegó a 2.940 millones de dólares, comparables con una ganancia de 2.200 millones de dólares reportada en el mismo periodo del año anterior.
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