El presidente Bush está utilizando una visita a Filadelfia, el lugar donde se redacto la constitución de Estados Unidos, como recordatorio antes de las elecciones en Iraq, de que el camino hacia la democracia en Estados Unidos no siempre fue fácil tampoco.
Bush dijo que el enemigo en Iraq es una combinación de lo que calificó como rechazadores, saddamistas y terroristas.
Sin embargo, Bush dijo que cree que la mayoría de los rechazadores participarán en la democracia iraquí.
El presidente señaló que Estados Unidos sigue una estrategia amplia que se alcanzará cuando los terroristas y saddamistas ya no puedan amenazar la democracia en Iraq y cuando los servicios de seguridad iraquíes puedan asumir responsabilidad por el país.
Bush dijo que Estados Unidos está ayudando a Irak a construir instituciones democráticas inclusivas. Añadió que al hacer esto inspira a los reformadores en todo el Medio Oriente y hace al mundo más seguro.
Pensilvania también es el estado de uno de los principales críticos de la guerra en Iraq, el representante demócrata John Murtha, un exinfante de marina muy respetado en el congreso, quien planea responder al mandatario tan pronto termine el discurso y reiterar su llamado para que traigan de regreso las tropas, de una lucha, que según dice, se ha vuelto demasiado violenta y fuera de control.
El discurso del presidente Bush es el tercero en una campaña para buscar apoyo a la misión militar en Iraq, cuando las encuestas indican que los estadounidenses desaprueban la forma como el mandatario está manejando la guerra.
El discurso final lo pronunciará el miércoles aquí en Washington.