Las fuerzas de seguridad israelíes están en alerta hoy viernes ante una posible ola de violencia árabe, luego de que un militante judío mató a tiros a cuatro árabes israelíes en un autobús.
Autoridades israelíes afirmaron que miles de policías fueron colocados nuevamente en áreas de gran población árabe en el norte de Israel, donde los árabes israelíes planeaban una huelga general, manifestaciones y un encuentro conmemorativo.
También se aumentó la seguridad en torno a la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, debido a las oraciones de los viernes.
El primer ministro israelí Ariel Sharon criticó el ataque del jueves por parte del soldado militante en el pueblo de Shfaram, calificándolo como un deliberado intento de socavar las relaciones entre los ciudadanos israelíes.
Una multitud de peatones que observó lo ocurrido dio muerte al extremista.