La fracturación de la derecha en Argentina después de la primera vuelta de elecciones presidenciales del pasado 22 de octubre ha puesto a sacar cuentas sobre las probabilidades de los candidatos Sergio Massa y Javier Milei en el balotaje decisivo del 19 de noviembre.
Massa acaparó el triunfo para el oficialismo peronista, mientras que Milei, la nueva cara de la derecha libertaria llegó segundo. El panorama apunta a alianzas de los candidatos para captarse votos que fueron a otros partidos, pero la alineación inmediata de Patricia Bullrich, que llegó tercera, con Milei, desencadenó una tormenta política.
Bullrich, líder del Pro, decidió ir en contra de sus aliados y apoyar a Milei, con quien chocó en los debates presidenciales, asumiendo una actitud contra el oficialismo.
“Tomamos una decisión de no al continuismo, no al kirchnerismo, no a lo que representa el modelo corporativo populista de Massa, Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández”, dijo Bullrich. “Lo nuestro ahora es apoyar, no estamos discutiendo un gobierno de coalición, ni estamos discutiendo de cargos, ni nada… es una decisión de principios”.
“Tengo confianza que los millones de ciudadanos que nos votaron no quieren que continúe el kirchnerismo”, agregó.
Sus compañeros de la Unión Cívica Radical, sin embargo, reafirmaron su desconfianza con Milei y advirtieron que mantendrán la neutralidad.
“La patria está en peligro con Javier Milei, que repudia el radicalismo, porque repudia la república. Estoy orgulloso de mi partido de Yrigoyen, de Alem, de Alfonsín, y no voy a permitir que un nefasto como Milei descalifique de esa manera. No le vamos a dar paso a esa locura. Milei es un fascista. Ellos ya se fueron de la coalición”, dijo Gerardo Morales, líder de la UCR.
Por su parte Horacio Rodríguez, alcalde de Buenos Aires y hombre clave del partido Juntos Por El Cambio, también advirtió que los argentinos no se merecen estas luchas políticas, porque quedarían desprotegidos.
Yo voy a defender la coalición siempre y cuando más grande sea mejor. Cada dirigente, cada diputado, cada senador que pueda defender a los argentinos de estas dos alternativas, es mejor. Yo voto por la unidad. Los dos (candidatos) son malos para Argentina. Lo peor que le puede pasar al pueblo es esta pelea. Yo no le voy a decir a la gente a quién votar, entre el kirchnerismo o saltar al vacío”, dijo.
Milei, por su parte, celebró el acuerdo con Bullrich y dijo que llegará hasta las últimas consecuencias.
“En un acto de grandeza de patria Bullrich decidió acompañarnos y hay que entender que esta es la elección más clara de los últimos 40 años, porque se elige la continuidad decadente que lleva Argentina o un cambio verdadero o significativo hacia las ideas de la Libertad. Hay que comprender que en frente tenemos el populismo, la decadencia, la inflación, la corrupción…no queremos ese país”.
Massa, actual ministro de Economía, prefirió remarcar que será el presidente del diálogo.
“Mi gobierno va a ser el gobierno del diálogo”, declaró. “Lo que muchos me criticaron durante mucho tiempo que era mi capacidad de dialogar, esa flexibilidad para vincularme con todos los sectores, es lo que más necesita la Argentina en este tiempo. El gobierno va a ser mío y no tengo jefes. Mi único jefe va a ser el pueblo argentino desde el 10 de diciembre”.
Según los expertos, la jugada política de Bullrich no modificaría demasiado el escenario de los comicios del 19 de noviembre, y se espera incluso que algunos dirigentes de Juntos por el Cambio respalden a Massa.
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