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Aumentan las protestas en Bolivia a sólo días de asunción de Arce


El presidente electo Luis Arce, a la derecha, recibe sus credenciales presidenciales de manos del presidente del Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, durante una ceremonia en La Paz, Bolivia, el miércoles 28 de octubre de 2020.
El presidente electo Luis Arce, a la derecha, recibe sus credenciales presidenciales de manos del presidente del Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, durante una ceremonia en La Paz, Bolivia, el miércoles 28 de octubre de 2020.

Aunque no son masivas, las protestas contra la victoria electoral de Luis Arce y las denuncias por supuesto fraude han aumentado en dos ciudades de Bolivia cuando faltan apenas cinco días para la asunción del nuevo presidente.

Centenares de manifestantes se dieron cita la noche del lunes en el centro de la ciudad de Santa Cruz, el motor económico del país, para denunciar un supuesto fraude a favor del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Arce y del expresidente Evo Morales, en las elecciones del 18 de octubre y rechazar la decisión de los legisladores de modificar los reglamentos de la Asamblea Nacional para restarle poder a la nueva bancada opositora.

“La incertidumbre no ha pasado y hay temor a posibles abusos del MAS utilizando a la justicia”, dijo a The Associated Press el politólogo Carlos Cordero. “Lo primero que debe hacer Arce es despejar esos temores y apaciguar”.

Fue la manifestación más grande en ese bastión opositor desde las protestas que un año atrás obligaron a Morales a renunciar tras las anuladas elecciones por supuesto fraude en las que buscaba su cuarto mandato consecutivo.

“El cabildo es una lección para los masistas: Arce ha ganado, pero no podrá gobernar desde el abuso. A la vez, los organizadores del cabildo deben recordar que la misión no es cuestionar la democracia sino frenar los abusos”, publicó el martes la presidenta interina Jeanine Áñez en su cuenta de Twitter.

Los legisladores salientes del MAS han recomendado el enjuiciamiento de Áñez por las muertes ocurridas durante las protestas de hace un año. Los nuevos legisladores asumirán el martes.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la organización internacional Human Rights Watch, entre otros, han denunciado a Morales y a Añez por usar a la justicia para perseguir a los opositores.

En tanto en Cochabamba, en el centro del país, los opositores mantienen una vigilia en las puertas de un cuartel policial que se amotinó el año pasado contra Morales para reclamar el apoyo de los uniformados. Ambas ciudades reclaman una auditoría de las elecciones que Arce ganó por el 55% de los votos.

“Los bolivianos buscan vivir en paz y las movilizaciones sólo retrasan la reactivación económica”, dijo Arce, quien atribuyó las protestas a “grupos minúsculos”.

A la polarización política y los efectos económicos de la pandemia del nuevo coronavirus, que ha dejado hasta ahora 141.867 contagiados y 8.741 fallecidos, se suma el rechazo que generó la decisión de la justicia de levantar las órdenes de detención que pesaban contra Morales y varios de sus ex colaboradores por presunta sedición y fraude electoral.

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