Un corto circuito en una hacinada prisión al noroeste de Tegucigalpa fue la causa de un incendio en el que perecieron 103 detenidos.
Las autoridades hondureñas indicaron que el siniestro comenzó esta mañana en la cárcel de San Pedro Sula.
Las llamas se propagaron rápidamente a través de una celda en la que habían miembros de una pandilla conocida como Mara Salvatrucha.
Aunque los bomberos llegaron al lugar rápidamente, el fuego ya había consumido gran parte del penal.
La mayoría de los muertos llevaba tatuajes que los identificaban como miembros de la pandilla.
Varios sobrevivientes han acusado a los guardias de negarse a dejarles salir de sus celdas, a pesar de haber gritado auxilio.
Un portavoz de la prisión indicó que muchos de los pandilleros trataron de atacar a los bomberos.