El gobierno de Sudán y los rebeldes del sur del país confían en que Estados Unidos no impondrá sanciones al país por los retrasos habidos en el proceso de paz.
Representantes de ambas partes dijeron hoy que están actuando de buena fe para alcanzar un pacto final, de manera que Estados Unidos no tendría base para imponer sanciones.
El presidente Bush tiene la obligación, por ley, de juzgar mañana si el gobierno y los rebeldes del Ejército de Liberación Popular de Sudán están negociando de buena fe para poner fin a más de dos décadas de guerra civil.
Si Bush decide que no es así, Estados Unidos podrá imponer sanciones u otros castigos contra una o ambas partes.
Durante las últimas semanas, funcionarios estadounidenses han expresado su frustración por la lentitud de las negociaciones, las cuales tienen lugar en Kenya.