La presidenta de Filipinas, Gloria Arroyo, dijo que sus fuerzas de seguridad lograron frustrar una seria campaña terrorista con bombas, planificada por militantes en la capital.
Arroyo añadió que las autoridades evitaron lo que describió como ataques similares a los ocurridos en Madrid.
Según ella, los militantes pensaban atacar varios trenes y centros comerciales en Manila.
Arroyo informó que cuatro personas fueron detenidas y fueron confiscados 36 kilogramos de dinamita.
Un vocero militar filipino calificó los arrestos y decomisos como el mayor logro hasta la fecha en la guerra anti-terrorista del país.