Millones de personas en toda la región Asia Pacífico celebraron el Año Nuevo, en medio de estrictas medidas de seguridad ante posibles actos de terrorismo.
Fuegos artificiales sobre Sydney, la mayor ciudad australiana, formaron una paloma con un rama de olivo, y después se deletreó la palabra “paz”, mientras cientos de miles miraban desde el puerto de la ciudad.
La policía cerró el área del centro de la ciudad al tráfico, y escuadrones anti bombas patrullaban durante la celebración.
A pesar del temor de las autoridades de actos terroristas, muchos de los asistentes a la celebración en Sydney no parecían preocupados.
Otras grandes ciudades en Asia iniciaron grandes operaciones de seguridad para las celebraciones del Año Nuevo.