El Papa Juan Pablo Segundo escuchó confesiones de católicos, en la Basílica de San Pedro, pese a una dolencia en una pierna que lo ha obligado a reducir su participación en las actividades de Semana Santa.
La agencia de noticias Reuters informa que el pontífice de 81 años fue conducido a la basílica, de pie, en una plataforma rodante, para que no tuviera que caminar.
El máximo prelado de la Iglesia Católica escuchó confesiones de cinco hombres y cuatro mujeres, por cerca de una hora.
El Papa sufre lo que el Vaticano describe como artritis en la rodilla derecha, lo que le causa un gran dolor al caminar. No obstante lo cual, se anunció que el Sumo Pontífice asistirá a todos los servicios de Semana Santa.