A menos de una semana de las elecciones legislativas, la popularidad del presidente Barack Obama sigue bajando, según se desprende una encuesta divulgada este miércoles por CNN-ORC International.
Un 53% de los estadounidenses desaprueba la gestión del presidente y un 68% se muestra en desacuerdo con la dirección que lleva el país.
Con esas cifras no sorprende que Obama se haya mantenido al margen de la campaña política, incluso enviando en su lugar a la primera dama Michael Obama, que como es usual, goza de mayor popularidad que el propio presidente.
Las elecciones del martes 4 de noviembre –en las que se renueva un tercio del Senado y la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes— son cruciales porque podrían significar el traspaso del control del Senado a manos republicanas durante los dos últimos años del mandato de Obama.
Un 36 % de los electores republicanos se sienten “extremadamente” o “muy” entusiasmados de cara a los comicios, frente al 26% de los demócratas que describen las sensaciones de la misma manera.
"Estos diez puntos de diferencia seguro que afectan la participación y dañan a los demócratas en distritos donde el resultado está disputado", afirmó Keating Holland, director de la encuesta.
Por regiones, el panorama se complica aún más para los demócratas, ya que la mejor valoración del presidente se recoge en el noreste (51%), y en las zonas urbanas (60%).
Precisamente, la mayor parte de los estados clave en la lucha por el Senado están fuera del noreste del país; y entre la población rural, que domina ocho de los estados disputados, el nivel de desaprobación de Obama se eleva el 70%.
