En Venezuela los infectados con VIH no solo son víctimas de la discriminación social y laboral por ser seropositivos. También sufren por la escasez de los medicamentos retrovirales que necesariamente tienen que tomar para no pasar a la fase de Sida.
César es uno de esos venezolanos que desde 2006 decidió romper su silencio y denunciar el viacrucis que vive por la escasez de retrovirales que le mantienen controlada la carga viral.
“Tengo 16 días que no tomo los medicamentos“, dijo a la Voz de América.
César inició una campaña por la red social Twitter, muy utilizada por los venezolanos, para escribir mensajes y colgar fotografías con textos en los que denuncia la escasez de medicamentos y acusa al ministro de Salud, Francisco Armada, por lo que pueda sucederle.
“Decidí comenzar la campaña por Twitter porque no hay un gobierno que nos escuche. Los he invitado a buscar conmigo los retrovirales, pero no he tenido respuesta. No los hay. Yo tomo tres medicamentos Combivir, Kivexa y Retayaz, y si falla uno no puedo llevarme los otros dos. Cada uno tiene una función específica para bloquear el VIH en la sangre”, explicó.
En 2010, el gobierno de Venezuela donó a Nicaragua retrovirales (valorados en $400.000 dólares) recuerda César. Pero hoy no se consiguen en Venezuela.
Una de las razones es el control de cambio que hace más lenta la importación de los medicamentos.
“El Estado no está dando divisas para comprar medicamentos. La gente que quiere ayudarme para comprarlos no puede hacerlo porque no hay”, acusó César.
“Como yo hay muchas personas igual, pero que no se atreven a hablarlo. Hay centros donde tienen un fármaco y en otros no lo tienen. Hay una mala distribución de los medicamentos incluso casi ya por vencerse o te lo dan vencido”, dijo.
Aunque en Venezuela no hay cifras oficiales sobre el número de personas portadoras de VIH, algunas ONGs como StopVIH estiman que la cifra puede rondar las 220 mil personas.
