El presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, se niega a firmar el acuerdo propuesto por países del Golfo Pérsico para una transición de poder en el país, agitado por multitudinarias protestas desde hace tres meses.
Después de haber aceptado la renuncia días atrás, la resistencia de Saleh a abandonar el poder hace tambalear la posible salida de la crisis que atraviesa Yemen.
Los mediadores del Consejo de Cooperación del Golfo explicaron que Saleh aceptaba firmar el acuerdo como líder de su partido pero no como presidente, tal como lo requiere el pacto.
El secretario general del consejo, quien acudió a Saná para el sellado del acuerdo, abandonó la capital yemení sin la firma del presidente.
La propuesta habría asegurado la supervivencia política de Saleh, tras 33 años de gobierno, y después de contemplar el derrocamiento de sus pares vecinos en Túnez y Egipto por la ola de revueltas a favor de la democracia que agita al mundo árabe.
Estados Unidos y el vecino gigante del petróleo Arabia Saudita desean que la crisis en Yemen se resuelva para evitar un caos que podría llevar al brazo de Al Qaeda en el país a ganar mayor influencia en la región, según informa la agencia Reuters.
