El Mundial de Brasil, el espectáculo deportivo más esperado, servirá de vidriera de los últimos avances en dispositivos y programas tecnológicos para la comodidad del público asistente y la admiración de los millones de seguidores en todo el mundo.
El primer “milagro tecnológico” estará en la patada inaugural, cuando con ayuda de un “exoesqueleto”, que se maneja con el pensamiento, un paralítico dé el primer toque a la pelota mundialista, inaugurando también de esta manera una nueva era de la neurociencia.
Ni las canchas, ni los aires se salvan de lo último en tecnología, por un lado, los estadios en Brasil estarán sobrevolados por drones, mientras los jugadores irán detrás de un balón perfeccionado en un laboratorio alemán y tendrán la certeza que sus patadas estarán milimétricamente controladas para evitar controversias sobre goles y posiciones adelantadas gracias a cámaras localizadas en los arcos.
Esta Copa FIFA promete ser también una gala de tecnología, donde el público en los estadios tendrá acceso a internet, algunos partidos serán transmitidos en 4K, es decir con una definición de primera de 4.000 pixeles horizontales, algunos estadios utilizarán paneles solares para surtirse de energía y hasta se activarán programas para medir el rendimiento de los jugadores en tiempo real.
Incluso, se pensó utilizar un Google Glass para transmitir información de los partidos, pero la FIFA prohíbe, por ahora, este tipo de dispositivos, así como el sistema de GPS dentro del campo para la detección de goles.
Sin lugar a dudas la fiebre del fútbol se proyecta a ser también una verdadera fiesta tecnológica donde el gran ganador no solo será el deporte del balompié.
El primer “milagro tecnológico” estará en la patada inaugural, cuando con ayuda de un “exoesqueleto”, que se maneja con el pensamiento, un paralítico dé el primer toque a la pelota mundialista, inaugurando también de esta manera una nueva era de la neurociencia.
Ni las canchas, ni los aires se salvan de lo último en tecnología, por un lado, los estadios en Brasil estarán sobrevolados por drones, mientras los jugadores irán detrás de un balón perfeccionado en un laboratorio alemán y tendrán la certeza que sus patadas estarán milimétricamente controladas para evitar controversias sobre goles y posiciones adelantadas gracias a cámaras localizadas en los arcos.
Esta Copa FIFA promete ser también una gala de tecnología, donde el público en los estadios tendrá acceso a internet, algunos partidos serán transmitidos en 4K, es decir con una definición de primera de 4.000 pixeles horizontales, algunos estadios utilizarán paneles solares para surtirse de energía y hasta se activarán programas para medir el rendimiento de los jugadores en tiempo real.
Incluso, se pensó utilizar un Google Glass para transmitir información de los partidos, pero la FIFA prohíbe, por ahora, este tipo de dispositivos, así como el sistema de GPS dentro del campo para la detección de goles.
Sin lugar a dudas la fiebre del fútbol se proyecta a ser también una verdadera fiesta tecnológica donde el gran ganador no solo será el deporte del balompié.
