La cantante, modelo y diseñadora estadounidense, Jessica Simpson, ha subido más de peso después de dar a luz a su hija Maxwell el 1 de mayo de este año, aún después de haber firmado un contrato millonario con la empresa Weight Watchers, para recuperar nuevamente su figura.
Por esta razón, la cantante está en el ojo del huracán. Pues al parecer su misión de bajar los 50 kilos que aumentó durante su embarazo, se ha retrasado por culpa de su cesárea que no ha curado por completo gracias a su adicción a la comida chatarra.
Fuentes cercanas a Simpson, afirmaron a la revista UsWeekly que "Jessica siempre ha tenido problemas con la comida basura". Tanto es así que su familia ha tenido que adaptarse a su plan de dieta para "ayudarla a mantenerse bajo control”.
Además, la revista afirma que Jessica justifica sus exagerados platos con su lactancia; pues la artista no se priva de bebidas como las margaritas que le aportan grandes calorías.
Por su parte, en declaraciones anteriores, Simpson afirmó que no está obsesionada con bajar de peso y que lo hará a su debido tiempo.
La cantante tiene hasta finales de agosto para bajar entre 10 y 15 kilos, de lo contrario correrá el riego de perder su contrato de $4 millones de dólares.
Por esta razón, la cantante está en el ojo del huracán. Pues al parecer su misión de bajar los 50 kilos que aumentó durante su embarazo, se ha retrasado por culpa de su cesárea que no ha curado por completo gracias a su adicción a la comida chatarra.
Fuentes cercanas a Simpson, afirmaron a la revista UsWeekly que "Jessica siempre ha tenido problemas con la comida basura". Tanto es así que su familia ha tenido que adaptarse a su plan de dieta para "ayudarla a mantenerse bajo control”.
Además, la revista afirma que Jessica justifica sus exagerados platos con su lactancia; pues la artista no se priva de bebidas como las margaritas que le aportan grandes calorías.
Por su parte, en declaraciones anteriores, Simpson afirmó que no está obsesionada con bajar de peso y que lo hará a su debido tiempo.
La cantante tiene hasta finales de agosto para bajar entre 10 y 15 kilos, de lo contrario correrá el riego de perder su contrato de $4 millones de dólares.
