La Voz de América hizo un recorrido por una parte de la Amazonía colombiana, en el departamento de Guainía, una de las regiones más biodiversas del componente amazónico colombiano que está compuesto por unos 476.000 kilómetros cuadrados.
Esta región del amazonas colombiano, de unos 72 kilómetros cuadrados en idioma Yuri, Guainía significa “tierra de muchas aguas”, y no para menos cuando se trata de una de las redes fluviales más importante de Sudamérica ya que lo atraviesan los ríos Orinoco, Atabapo, Inírida y el Guaviare, formando uno de los más importantes redes de afluentes del río Amazonas.
De estás aguas se alientan las comunidades las comunidades indígenas de Curripaco, Sikuani y Puinave, las tres etnias que habitan este ecosistema natural que cuenta con 2.499 especies de flora, 160 mariposas, 28 coleópteros coprófagos, 15 abejas euglosinas, 42 libélulas, 418 peces, 56 anfibios, 97 reptiles, 617 aves y 198 mamíferos.
En Guainía se encuentran los Cerros de Mavecure, una de las montañas más antiguas de Latinoamérica. Están conformados por tres monolitos de granito llamados: el Monte Pajarito (712m), Monos (480m), y Mavecure (170m). Por su altura, de sus cúspides se puede disfrutar de una espectacular vista de la selva y de los ríos que los rodean.
La defensa del territorio es uno de los pilares fundamentales de los indígenas que ocupan estos lugares en Guainía, que también se ha visto amenazada por la deforestación, por eso a través de la Guardia Indígena un organismo ancestral y es uno de los sistemas de protección de las propias comunidades indígenas en Colombia realizan labores de protección de los ecosistemas.