El fin justifica los medios y como el fin era llegar a la final de la “Champions”, el Internazionale de Italia está más que justificado.
Los jugadores de Mourinho utilizaron medios poco vistosos en el estadio Camp Nou de Barcelona, pero a la larga con resultados positivos. Ganaron tranquilamente en casa, la semana pasada, en donde consiguieron una cómoda ventaja de 3-1 que los “azulgrana” debían remontar. Dos goles culés dejarían fuera a los italianos, pero eso nunca sucedió.
El equipo de Pep Guardiola salió desde el primer minuto eufórico en busca del descuento que les abriera las puertas de la esperanza, antes de que se agotara la primera mitad. Sin embargo el Inter se mostró sólido atrás y en ningún momento intentó avanzar filas, llegaron claramente a defenderse y lo hicieron muy bien.
Esquema inteligente de Mourinho, o miserable según opiniones y gustos, pero sin duda efectivo.
Las estrellas del Barcelona tampoco brillaron. Xabi lo intentó en todo momento pero sus pases no acertaron al jugador correcto mientras que Messi caminó la mayor parte del tiempo sin participar en las jugadas de peligro, que por cierto, fueron muy pocas.
La estrategia defensiva del Inter le cobró su primera víctima cuando apenas corría la primera media hora de partido. Un manotazo de Motta se estrelló en el rostro de Pedro quién hizo un buen trabajo actoral para que el árbitro lo premiara con una roja directa para el visitante.
Pero el equipo italiano no desesperó. Etoo y Milito esperaban al frente mientras que Sneijder reventaba balones a tierra de nadie.
El Barcelona tampoco desesperó y quiso jugar con magia, como lo ha hecho siempre, con toques cortos, pelota al piso buscando al jugador mejor ubicado, pero olvidó que Mourinho no cree en las ciencias no comprobables.
Ni siquiera un gol de último momento, en una grandiosa jugada de Piqué en acción de delantero, pudo curar la herida de un Barcelona que desangró hasta morir frente a su propio público.
El Inter aún tiene una batalla final contra el Bayern Munich, el próximo 22 de mayo en Madrid, en donde la “Champions” conocerá a su próximo rey.
