Ni el aliento del público del Gerland, Francia, ni la ilusión de estar por primera vez en una final de "Champions" fueron suficientes para que el Olympique de Lyon hiciera historia.
El Bayern de Múnich llegó más relajado y con un inspirado Ivica Olic, aseguró su boleto para la final que se disputará en el estadio Santiago Bernabéu, de Madrid.
El croata utilizó las dagas de matador y con sus tres goles puso de rodillas a un “león” inseguro, confundido que no tuvo claridad en el ataque.
El artillero croata llegó a siete dianas y es el segundo máximo goleador del torneo, a uno del argentino Lionel Messi del Barcelona.
Robben estuvo inspirado y abrió en muchas ocasiones el camino para que los alemanes llegaran peligrosamente al área rival.
El reloj, peor enemigo de los franceses, se encargó de dar el tiro de gracia a un equipo que nunca logró dominar el balón y que incluso perdió la cabeza cuando uno de sus hombres más importantes, el brasileño Cris, hizo una entrada fuerte sobre Olic ganándose la amarilla y luego recibiendo la segunda tarjeta que lo expulsó del partido por burlarse del árbitro.
El equipo teutón llegará a una final de "Champions" luego de nueve años cuando en el 2001 ganó su cuarta y última corona europea.
