El presidente Barack Obama informó este jueves que una operación antiterrorista contra al-Qaeda terminó con la muerte de dos rehenes, un estadounidense y un italiano, que no se sabía estaban en el lugar atacado.
"Van a tener que responder por sus acciones"
"Van a tener que responder por sus acciones"
El presidente Obama dijo que habló con la viuda de Warren Weinstein, Elaine, el miércoles.
Este jueves ella divulgó un comunicado en que dice “no comprender completamente” lo que pasó y espera ver los resultados de la investigación del gobierno.
“Pero los que tomaron a Warren como rehén hace tres años tienen la responsabilidad final. Puedo asegurar que él estaría vivo y bien todavía si le hubiera permitido regresar a su casa luego de sus años en el extranjero ayudando a la gente en Pakistán”, dijo.
“Estas cobardes acciones de quienes lo tuvieron cautivo y al final de cuentas el lugar y la hora de su muerte no tiene nada que ver con cumplir con el Islam y van a tener que responder a Dios por sus acciones”.
"Me doy cuenta que no hay palabras que puedan explicar la pérdida de estas vidas..., como presidente y comandante en jefe asumo completa responsabilidad", dijo el presidente.
"En nombre del gobierno de Estados Unidos ofrezco mis profundas disculpas a las familias", agregó.
Las víctimas fueron identificadas como el Dr. Warren Weinstein, un estadounidense que al-Qaeda mantenía secuestrado desde 2011, y Giovanni Lo Porto, un italiano privado de libertad desde 2012.
Weinstein, de 73 años, que vivía en Rockville, Maryland fue secuestrado en agosto de 2011 cuando estaba por cumplir siete años trabajando para la agencia estadounidense para el desarrollo, USAID.
Lo Porto también era un trabajador voluntario que trabajó en varios países incluyendo Haití, antes de establecerse en Afganistán. Fue secuestrado en enero de 2012.
La operación tuvo como blanco un complejo asociado con al-Qaeda en frontera entre Afganistán y Pakistán, y la inteligencia estadounidense no tenía ninguna razón para creer que hubiera rehenes presentes.
En ese ataque también murió otro estadounidense identificado como Ahmed Farouq que había sido vocero de al-Qaeda en inglés, mientras en otro bombardeo diferente realizado en enero, el estadounidense Adam Gadahn, otro americano que se convirtió en prominente miembro de al-Qaeda, también murió.
Los ataques tuvieron lugar el 14 y 19 de enero de este año.
"Basados en la inteligencia que habíamos obtenido entonces, incluyendo cientos de horas de vigilancia, creímos que este era un complejo de al-Qaeda, que no había civiles presentes y que no era posible capturar a estos terroristas", explicó Obama.
Lo que no sabíamos, trágicamente, es que al-Qaeda estaba escondiendo rehenes" en el lugar, explicó Obama.
“Es una verdad cruel y amarga que en la niebla de la guerra en general, y en nuestra guerra contra el terrorismo específicamente, se erra, y algunas veces pueden ocurrir errores mortales”, dijo Obama.
La Casa Blanca informó que Obama no autorizó específicamente la operación antiterrorista, pero la operación siguió los protocolos destinados a prevenir la muertes de civiles.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que el gobierno tenía cientos de horas de vigilancia del lugar, incluyendo monitoreo "casi continuo" los días antes de la operación en la remota región alrededor de la frontera entre Afganistán y Pakistán.
El mandatario dijo haber ordenado una investigación completa sobre lo que sucedió, pero adelantó que el análisis preliminar indica que se siguieron las normas establecidas en este tipo de ataques.
El presidente ordenó divulgar la información hasta ahora secreta y compartirla con el público estadounidense.
El periódico Wall Street Journal planeaba publicar la información este mismo jueves, y así lo hizo casi simultáneamente con el anuncio del presidente.
