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Japón por la reactivación económica


Abe anunció "medidas urgentes" de $229.500 millones dólares para intentar estimular la economía.
Abe anunció "medidas urgentes" de $229.500 millones dólares para intentar estimular la economía.

Inversión millonaria para reactivar el empleo y el crecimiento de la producción.

El primer ministro japonés, el derechista Shinzo Abe, anunció un plan masivo de reactivación económica para sacar al país de la crisis crónica que vive desde hace años, y aprovechó la ocasión para criticar a China, donde las firmas niponas sufren las consecuencias del conflicto diplomático entre ambos países.

Abe anunció "medidas urgentes" de $229.500 millones dólares para intentar estimular la economía.

"Es extremadamente importante acabar con la deflación prolongada y la carestía del yen", insistió el primer ministro, que ocupa el cargo desde el 26 de diciembre tras la aplastante victoria de su Partido Liberal Demócrata (PLD) en las elecciones legislativas anticipadas celebradas diez días antes.

Este paquete de "medidas económicas de urgencia" excepcionales, apoyadas por un suplemento presupuestario financiados con empréstito, está destinado a generar la creación de 600 mil puestos de trabajo y un incremento del crecimiento de dos puntos porcentuales del producto interior bruto (PIB).

Se trata de uno de los mayores dispositivos de apoyo con los aplicados durante la crisis financiera de 2008-2009, "no es ningún espolvoreo", insistió el jefe del Gobierno.

Abe también volvió a insistir en la importancia de un "trabajo mano con mano con el Banco Central de Japón" para acabar con la bajada continua de los precios, que frena la actividad, la inversión, la progresión de los sueldos y el consumo.

El Gobierno espera volver a poner en la buena dirección los engranajes económicos y de paso critica al precedente ejecutivo de izquierda, que en su opinión no hizo más que agravar las cosas.

Adicionalmente Abe criticó a China porque, en su opinión, maltrata a las empresas japonesas.

"Agredir con fines políticos a las compañías japonesas y a los ciudadanos japoneses que se encuentran en China, donde contribuyen a la economía (del país), no es correcto por parte de un Estado responsable", declaró Abe.

Y añadió: "No sólo afecta a las relaciones bilaterales sino que además tiene un impacto muy negativo en la propia economía china".

Serie especial de la Voz de América

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