La Cámara de Representantes aprobó por 285 votos contra 144 una medida que suspende el límite legal a la deuda del país durante cuatro meses.
La medida, que debía ser adoptada también por el Senado, evitaría que el Gobierno de Estados Unidos caiga en mora con sus acreedores, y da un margen para debatir el presupuesto y los gastos públicos hasta el 18 de mayo.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, advirtió que los republicanos están dando buenas señales que alentarían un alivio frente a la incertidumbre por el aumento del techo de la deuda.
“El Presidente no negociará sobre la responsabilidad del Congreso para pagar las facturas en las que el Congreso ya ha incurrido”, dijo Carney.
Agregó que “el presidente Obama siempre ha destacado su interés y su deseo de trabajar y negociar con el Congreso sobre la forma de continuar reduciendo nuestro déficit, en una forma equilibrada y responsable, y así lo hará.”
Sin embargo, el vocero del gobierno admitió que todavía se deben superar algunas “preocupaciones” que han observado algunos miembros de la Cámara y el Senado.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, había advertido que el tiempo de gracia es suficiente para que los legisladores y la Casa Blanca se pongan de acuerdo sobre el presupuesto, y sobre los recortes que quieren aplicar.
El plan republicano incluye una disposición que afecta al Senado al retener la paga a los legisladores de cualquiera de las dos cámaras que sea incapaz de aprobar un plan presupuestal. Sin presupuesto, no hay pago.
Se espera que el Senado adopte la medida la próxima semana.
La medida, que debía ser adoptada también por el Senado, evitaría que el Gobierno de Estados Unidos caiga en mora con sus acreedores, y da un margen para debatir el presupuesto y los gastos públicos hasta el 18 de mayo.
A la Casa Blanca le habría gustado que el techo de la deuda pública de Estados Unidos se aumentara de manera permanente, pero está dispuesta a aceptar lo aprobado por la Cámara de Representantes.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, advirtió que los republicanos están dando buenas señales que alentarían un alivio frente a la incertidumbre por el aumento del techo de la deuda.
“El Presidente no negociará sobre la responsabilidad del Congreso para pagar las facturas en las que el Congreso ya ha incurrido”, dijo Carney.
Agregó que “el presidente Obama siempre ha destacado su interés y su deseo de trabajar y negociar con el Congreso sobre la forma de continuar reduciendo nuestro déficit, en una forma equilibrada y responsable, y así lo hará.”
Sin embargo, el vocero del gobierno admitió que todavía se deben superar algunas “preocupaciones” que han observado algunos miembros de la Cámara y el Senado.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, había advertido que el tiempo de gracia es suficiente para que los legisladores y la Casa Blanca se pongan de acuerdo sobre el presupuesto, y sobre los recortes que quieren aplicar.
El plan republicano incluye una disposición que afecta al Senado al retener la paga a los legisladores de cualquiera de las dos cámaras que sea incapaz de aprobar un plan presupuestal. Sin presupuesto, no hay pago.
Se espera que el Senado adopte la medida la próxima semana.
