El candidato presidencial venezolano Enrique Márquez propuso este martes que todos los aspirantes presidenciales evalúen la propuesta sobre garantías políticas presentada por el mandatario colombiano, Gustavo Petro, y que se elabore un pacto que sea consultado en un referendo el 28 de julio, día de las elecciones presidenciales.
El mes pasado, durante una visita oficial en Caracas, Petro dijo haber propuesto al gobierno y la oposición de Venezuela celebrar un plebiscito que garantice un “pacto democrático” y certezas, entre ellas seguridad sobre la vida, de quien pierda los comicios.
Márquez planteó que los 10 aspirantes a la presidencia inicien la discusión de una agenda para un gobierno de unidad nacional que incluya aspectos políticos, económicos y sociales, que sea firmado por todos y que pase al Parlamento de mayoría oficialista para, posteriormente convocar a un referendo consultivo el 28 de julio.
“El acuerdo no puede esperar a mañana, tiene que ser hoy, para que ese acuerdo blinde el proceso electoral”, subrayó en conferencia de prensa. "Para generar confianza logremos esos acuerdos".
Insistió en que el entendimiento y la búsqueda de un acuerdo son la manera de conjurar las “serias amenazas” que, afirmó, existen sobre el proceso electoral que se avecina en Venezuela.
El exrector del Consejo Nacional Electoral (CNE) y actual candidato presidencial por el partido Centrados, detalló que el artículo 71 de la Constitución venezolana establece los mecanismos para que los ciudadanos refrenden el eventual acuerdo que pueda garantizar la “estabilidad” y la gobernabilidad en el país.
“Hay una fecha critica para esto, el 10 de junio es la fecha tope en la cual el CNE debería recibir una notificación o una convocatoria para el referendo consultivo en función de que este se pueda llevar a cabo el día 28 de julio”, manifestó.
Márquez, además, propuso que la votación sea manual “para no complicar los aspectos técnicos” y con una urna electoral alternativa. También dijo que envió su propuesta a Petro, a su par brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva y al presidente Nicolás Maduro.
El candidato expresó que el acuerdo debe ser de estricto cumplimiento para quien gane y su planteamiento contemplaría, entre otras cosas, la liberación de presos políticos, las bases para la implementación de la justicia transicional que ofrezca garantías “para todos”, una transformación institucional que elimine la reelección indefinida, así como las inhabilitaciones políticas por vía administrativa.
Márquez dijo que el acuerdo sobre garantías electorales firmado en Barbados entre el gobierno y la Plataforma Unitaria Democrática de la oposición (PUD) cumplió su papel, pero “no es suficiente”.
El gobierno de EEUU, que en días recientes decidió revocar una licencia que autorizaba algunas transacciones a la industria petrolera venezolana, afirmó que siguen abiertos a responder positivamente a medidas significativas hacia la implementación de los acuerdos que tanto el gobierno como la oposición se acusan de incumplir.
En semanas recientes Petro, considerado aliado de Maduro, calificó como un "golpe antidemocrático” que no se haya permitido a la líder opositora María Corina Machado, ganadora de la primaria presidencial, pero inhabilitada para ejercer cargos públicos, inscribirse para participar en los comicios.
Lula Da Silva, en tanto, calificó como “extraordinario” que la oposición se haya unido y haya decidido nombrar al diplomático Edmundo González Urrutia como candidato de consenso, luego de que se impidió inscribir a Machado y a su candidata sustituta, Corina Yoris, una filósofa de 80 años que no debía de tener cuestionamientos para ser postulada.
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