Loretta Lynch, una fiscal federal de perfil discreto y amplia trayectoria, tomó este lunes las riendas del Departamento de Justicia como la nueva fiscal general de la nación. El vicepresidente Joe Biden fue el encargado de juramentarla.
Lynch es la primera mujer afroestadounidense en servir como secretaria de Justicia. Sustituye a Eric Holder, que fue el primer hombre negro en el puesto en el que duró seis años.
El senado votó el jueves a favor de la confirmación de Lynch, poniendo fin a un proceso de seis meses en el que los legisladores conservadores vincularon su confirmación a la aprobación de una ley contra el tráfico de personas que los demócratas rechazaban por incluir una disposición que restringe los fondos federales para el aborto.
"Ha sido todo un proceso", dijo Lynch luego de haber superado el bloqueo más largo en el Senado para ese cargo desde el Gobierno de Ronald Reagan (1981-1989). "Agradezco al presidente por haber mantenido su fe en mí", agregó.
Lynch se hace cargo del Departamento con menos de dos años para que termine el gobierno del presidente Barack Obama y en un momento en que han aumentado los cuestionamientos sobre la conducta policial y el respeto a los derechos civiles a la luz de casos de supuesta brutalidad policial.
En ese sentido, Lynch es una apuesta por el entendimiento con la oposición después de seis años en los que su predecesor ha recibido duras críticas de los republicanos, que le acusan de haber hecho un uso partidista de la Justicia.
De 55 años y graduada en Derecho por Harvard, Lynch ha compaginado su carrera como fiscal federal con el trabajo en varios despachos de abogados y cuenta con un amplio apoyo entre las bases demócratas y los activistas más progresistas.
