España y Holanda han sido multadas por el excesivo número de tarjetas que vieron sus jugadores el pasado 11 de julio (2010) en la final del Mundial de Sudáfrica 2010, disputada en el Soccer City de Johannesburgo, y en el que ganó el conjunto de Vicente del Bosque por 1-0.
La Federación Holandesa deberá pagar casi $14.500 dólares después de que fueran amonestados ocho de sus jugadores, y que John Heitinga fuera expulsado luego de ver dos amarillas.
Mientras tanto, el colegiado inglés Howard Webb, que dirigió la final, amonestó a cinco españoles, por lo que la federación de ese país deberá pagar $9.650 dólares.
El reglamento disciplinario establece como mala conducta del equipo cuando al menos cinco de sus jugadores son amonestados.
Fue la final de un Mundial en la que se mostraron más tarjetas amarillas, al superar las seis de la final de México'86 entre Argentina y Alemania.
El partido tuvo un total de 47 infracciones, lo que llevó al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, a decir que se había sentido decepcionado por la conducta de sus jugadores.
Un portavoz dijo que los equipos fueron multados bajo el artículo 52 del código disciplinario de la FIFA, en el cual se establece que “pueden aplicarse medidas disciplinarias a asociaciones y clubes cuando un equipo no se comporta apropiadamente”.