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Estudiantes de un sólo sexo


Aquellos estudiantes con puntajes muy altos, recomendaciones de profesores o involucrados en actividades extracurriculares, son invitados a participar de la academia.
Aquellos estudiantes con puntajes muy altos, recomendaciones de profesores o involucrados en actividades extracurriculares, son invitados a participar de la academia.

Este nuevo experimento está siendo muy bien recibido por los estudiantes y cambiando la tradición en una escuela estadounidense.

En la gran mayoría de escuelas públicas en Estados Unidos es normal que las clases sean una mezcla de niños y niñas. Sin embargo, una medida que está siendo muy bien recibida por los estudiantes, está cambiando la tradición en una escuela de Maryland.

Una clase de experimento

En la pequeña escuela secundaria de Boonsboro, un pueblo en el estado de Maryland, se está realizando un particular experimento.

A pesar de que todas las clases son una variada mezcla académica de niños y niñas, los estudiantes de los grados noveno y décimo, que tienen muy buenas notas, reciben sus clases de matemáticas, inglés, ciencias y sociales con estudiantes exclusivamente de su género.

“Queremos tomar a los mejores estudiantes y ayudarles a conseguir el nivel más alto que puedan lograr acá, para que lleguen con la mejor preparación a la universidad”, dice Rebecca Brown, especialista en logro estudiantil de la escuela Boonsboro.

Brown selecciona estudiantes para participar en lo que ella llama la ‘academia’. “Poniéndolos en clases de sólo niños o sólo niñas, eliminamos las distracciones que ocurren en una secundaria común y corriente”.

Aquellos estudiantes con puntajes muy altos, recomendaciones de profesores o involucrados en actividades extracurriculares, son invitados a participar. Sin embargo, la participación es voluntaria y requiere de la aprobación de los padres.

Educación individualizada

Desde su inicio en 2004, unos 347 estudiantes han participado en el programa. El director de la academia es Michael Bair, quien trabaja desde hace 20 años con la escuela Boonsboro, instruyendo clases para un solo género, tanto a niños como a niñas.

Su clase de inglés de noveno grado, para sólo muchachos, gira alrededor de cinco libros que él considera que son interesantes para los chicos.

“Las novelas que ellos están leyendo ahora son muy varoniles, por decirlo de alguna manera”, dice Bair. “Estas novelas tratan de cómo la arrogancia y el orgullo de los hombres se convierten en su caída”.

Menos distracciones

Morgan Van Fleet, una joven estudiante quien se graduará pronto de la academia, dice que prefiere las clases de solo muchachas porque es más fácil concentrarse.

“La gente actúa diferente cuando está en presencia de personas del sexo opuesto”, explica Morgan.

A su compañera de clases, Sarah Hull, le parece que los estilos de aprendizaje de hombres y mujeres son diferentes.

“A los muchachos les gusta más la jerarquía, les gusta hablar muy alto y andar mostrando lo que saben”, dice Sarah. “Las muchachas son más reservadas y les gusta pensar antes de dar una opinión”.

De cualquier forma, los estudiantes que van a la academia no toman clases de un solo sexo todo el tiempo, pues además de sus clases principales están las otras materias. A su vez, pueden verse durante el día escolar y al final del mismo con todo el resto del estudiantado.

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