Una Corte Federal de Apelaciones en San Francisco asestó un golpe a los opositores del control de armas al afirmar en un fallo que los estadounidenses no tienen un "derecho constitucional" a llevar armas encubiertas en público.
En un caso que eventualmente podría llegar a la Corte Suprema, la dividida Novena Corte de Circuito de Apleaciones, dictaminó que las autoridades policiales pueden imponer restricciones significativas sobre quien puede portar armas en público en forma encubierta.
Con una votación de 7 a 4 el tribunal ratificó una ley de California, según la cual, los solicitantes de permisos para portar armas encubiertas en público deben citar "una buena razón" para obtener la autorización.
Típicamente los permisos para portar armas encubiertas en público se otorgan en California a la gente que ha sido amenazada o que es seguida por alguien, como los famosos que temen por su seguridad y las personas que por lo general llevan consigo grandes cantidades de efectivo o artículos de valor.
