Uno de cada 10 adolescentes en Estados Unidos ha fumado marihuana al menos 20 veces al mes y entre más regular es el consumo, más propensos son a consumir otras drogas, según reveló un estudio de la organización The Partnership at Drugfree.org.
El estudio señala que ese porcentaje de adolescentes ha aumentado del 5% en 2008 a 9% en 2011, lo que representa cerca de 1,5 millones de adolescentes como consumidores frecuentes.
Esta revelación encendió las alarmas pues el consumo de marihuana había mostrado una tendencia a estabilizarse y durante los últimos meses se incrementó, pasando de 19% en 2008 a 27% en 2011.
Sin embargo, es más alarmante aún, el señalamiento que hizo el presidente de la organización, Steve Pasierb, sobre la mentalidad de los padres que no consideraban el consumo de sus hijos como algo grave.
"Los padres no hablan de medicamentos recetados ni marihuana. No pueden ser indulgentes. Necesitan poner énfasis en sus consejos de que este comportamiento es pernicioso”, dijo Pasierb.
El reporte coincide con una reciente investigación de la Universidad de Michigan que fue auspiciada por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, y también alertó por el aumento en el consumo de marihuana entre los adolescentes.
Sin embargo, el abuso de los medicamentos con prescripción médica estaría disminuyendo entre estudiantes que están entre el noveno y el duodécimo grado, aunque el consumo sigue siendo alto.
Uno de cada 10 adolescentes confirma que ha ingerido calmantes como Vicodin o OxyContin auspiciados por una receta médica, lo que evidencia una disminución del 15% en 2009 y el 14% en 2010.
Un portavoz de la organización llamó a un cambio en las políticas antidroga para reducir los niveles de consumo: "si retiramos la marihuana del mercado criminal y hacemos que el mercado sea administrado por gente de negocios responsable que tienen incentivos o que verifican documentos y no les venden a los menores, entonces volveremos a ver un descenso de esos niveles nuevamente", declaró Morgan Fox, portavoz del grupo.
El estudio señala que ese porcentaje de adolescentes ha aumentado del 5% en 2008 a 9% en 2011, lo que representa cerca de 1,5 millones de adolescentes como consumidores frecuentes.
Esta revelación encendió las alarmas pues el consumo de marihuana había mostrado una tendencia a estabilizarse y durante los últimos meses se incrementó, pasando de 19% en 2008 a 27% en 2011.
Sin embargo, es más alarmante aún, el señalamiento que hizo el presidente de la organización, Steve Pasierb, sobre la mentalidad de los padres que no consideraban el consumo de sus hijos como algo grave.
"Los padres no hablan de medicamentos recetados ni marihuana. No pueden ser indulgentes. Necesitan poner énfasis en sus consejos de que este comportamiento es pernicioso”, dijo Pasierb.
El reporte coincide con una reciente investigación de la Universidad de Michigan que fue auspiciada por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, y también alertó por el aumento en el consumo de marihuana entre los adolescentes.
Sin embargo, el abuso de los medicamentos con prescripción médica estaría disminuyendo entre estudiantes que están entre el noveno y el duodécimo grado, aunque el consumo sigue siendo alto.
Uno de cada 10 adolescentes confirma que ha ingerido calmantes como Vicodin o OxyContin auspiciados por una receta médica, lo que evidencia una disminución del 15% en 2009 y el 14% en 2010.
Un portavoz de la organización llamó a un cambio en las políticas antidroga para reducir los niveles de consumo: "si retiramos la marihuana del mercado criminal y hacemos que el mercado sea administrado por gente de negocios responsable que tienen incentivos o que verifican documentos y no les venden a los menores, entonces volveremos a ver un descenso de esos niveles nuevamente", declaró Morgan Fox, portavoz del grupo.
