Ciudadanos iraquíes indignados por el propuesto pacto de seguridad con Estados Unidos, realizaron una concentración en Bagdad, marchando y posteriormente quemando una efigie del presidente estadounidense George Bush.
Miles de seguidores de clérigo chiíta Moqtada al-Sadr se concentraron en la plaza Firdous, colgando la efigie en el mismo lugar que en 2003, soldados estadounidenses e iraquíes hicieran caer la estatua de Saddam Hussein.
Los manifestantes calificaron el pacto de seguridad, como “vergonzoso” y “humillante”. Se cree que Al-Sadr quien está en Irán, envió un mensaje a la multitud señalando que obligará a las fuerzas estadounidenses a retirarse.
Legisladores minoritarios partidarios al Sadr interrumpieron la lectura del acuerdo en el parlamento. Si el gobierno iraquí lo aprueba, como se espera, el pacto permitirá a las fuerzas estadounidenses permanecer en ese país por tres años o más.
La Casa Blanca ha afirmado que el convenio no requiere la aprobación de los legisladores. Algunos miembros del Congreso se han quejado sobre el secreto que rodea al convenio, cuya versión en inglés aún no se ha publicado.