La oficina de prensa de la Casa Blanca dijo que Washington se siente decepcionado por la forma en la que China manejó la situación de los derechos humanos durante los Juegos Olímpicos, en momentos en que varios activistas estadounidenses detenidos en Beijing regresaron a Estados Unidos.
El secretario de prensa interino del presidente George Bush, Tony Fratto, dijo este lunes que China perdió la oportunidad de demostrar al mundo una mayor apertura hacia la libertad de expresión y religión.
Los comentarios se produjeron a raíz de la decisión de China de liberar y deportar a 10 activistas extranjeros pro-Tibet, 8 estadounidenses, una mujer británica y un alemán descendiente de tibetanos, quien habían sido sentenciados a detención administrativa.
Algunos de los activistas estadounidenses se quejaron porque sufrieron privación del sueño, sesiones de interrogatorios que duraban más de 10 horas por día y por haber sido forzados a confesar.
Sin embargo, los activistas también aclararon que el tratamiento fue mejor del que reciben los tibetanos u otros ciudadanos chinos.