Fiscales federales estadounidenses procesaron a once personas por lo que las autoridades califican como el mayor y más complejo caso de robo de identidad en Estados Unidos.
El Secretario de Justicia Michael Mukasey dijo el martes en Boston que los actos de acusación, dados a conocer en las ciudades de Boston y San Diego, incluyen personas de cinco países: Estados Unidos, Estonia, Ucrania, Rusia, China y Belarús.
Mukasey reveló que los sospechosos presuntamente robaron más de 40 millones de números de tarjetas de débito y crédito que usaron personalmente o vendieron a terceros.
Según los fiscales, los sospechosos violaron la seguridad de redes de computación inalámbrica de importantes tiendas de Estados Unidos para obtener los números, así como contraseñas e información de cuentas.
Mukasey indicó que el caso es un recordatorio de que el crimen cibernético no tiene fronteras.